Alquiló casa a un particular y terminó perdiéndola

Cuando se la alquiló le pagó dos meses, pero después dejó de hacerlo, alegando que no le debía

Construida tras una vida vendiendo víveres en el mercado, el propietario la alquiló y se
quedó sin nada.

Construida tras una vida vendiendo víveres en el mercado, el propietario la alquiló y se quedó sin nada.

A sus 98 años de edad, el anciano Antonio José Tineo, conocido como “el viejo Cuco”, con desagrado cuenta que en 1981 alquiló una casa que adquirió con su esforzado trabajo como vendedor de víveres del mercado Hospedaje Yaque de Santiago, pero que terminó perdiéndola.

Con nostalgia, narra, que la casa que perdió estaba ubicada en el sector Ciruelitos, al Norte de Santiago, y a su vez aclara, que el inquilino “es un abusador”.

Tineo recuerda que ese señor le quitó su casa en 1989 con el apoyo de un abogado.

A este respecto, manifestó que cuando le exigió que abandonara la casa porque se mudaría con su esposa e hijos en el inmueble, el inquilino le advirtió que esa casa era suya.

Alegaba que era el dueño

Por igual, advirtió que el individuo, en complicidad con un abogado, sacó unos papeles, alegando que era el dueño auténtico de la vivienda.

Y que, tras reclamarle, le exigía que para abandonar la casa que le alquiló tenía que pagarle el triple de su valor real y que por eso decidió, “no joder más y dejársela”.

Cuando se la alquiló le pagó dos meses, pero después dejó de hacerlo, alegando que no le debía.

Ahora el anciano conocido como Cuquito o el Viejo Cuco, reside humildemente con parte de sus hijos en la calle 25 del sector de Pekín, al sur de Santiago. “Le alquilé de buena fe mi casita que con tanto esfuerzo compré, pero se quedó con ella, que le aproveche, si mis hijos quieren que la recuperen, pero yo no voy a bregar más con eso”, se queja con tristeza el Viejo Cuco.

"De buena fe"

Hay personas que de buena fe han dejado al cuidado de sus casas a particulares, pero narran con horror que se han visto al borde de perderlas y han tenido que dar importantes sumas de dinero a quienes las vivieron de gratis y sin tener responsabilidad de pagos de los servicios públicos imprescindibles, como agua y luz.

Consejos

A este respecto, el abogado experto en materia civil Frank Bretón Santana, orientó a las personas que tienen inmuebles desocupados que cuando decidan que personas vivan en los mismos a fin de que los cuiden, es recomendable que formalicen a través de profesionales del derecho contratos simbólicos de alquiler y que cada mes les envíen tarifas simbólicas de pago de renta, debidamente firmados por los dueños y por quienes están ocupando de gratis esas propiedades.

Igualmente, ponderó que esos contratos simbólicos de alquiler deben hacerse por uno o dos años.

A su vez, sugiere que cuando les pidan que desocupen sus propiedades tienen que esperar que se cumpla el plazo de los contratos para que no haya reclamos en la justicia.

Bretón Santana explicó que eso lo exonera de cualquier acción judicial que pueda afectarles como propietarios del inmueble.

Tramposas

Según el abogado Bretón Santana, hay muchas personas tramposas y pueden alegar que al menos el hombre trabajaba como seguridad en la casa, local o edificio, irse a la justicia y un tribunal laboral fallar a favor de la persona que ocupaba el inmueble, sin pagar nada, ya que lo ocupó con consentimiento de los propietarios.

Contrato

Por igual, el experto en derecho civil aclaró que si tienen un contrato de alquiler aun siendo simbólico y conservan las tarifas de pagos, que también son simbólicas, pocos abogados llevarían casos semejantes en los tribunales.