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EL COMERCIO DEL LIBRO

Libro x libro = Libro

Ante la crisis del comercio del libro varios amantes de la lectura han creado sus propias iniciativas para que los interesados siempre hallen buenas ofertas.

Cuando se compra una obra, en la transacción no se incluye el tiempo de lectura. Eso ha hecho posible que, en esta acelerada postmodernidad, algunos quijotes dejen el lado mercantil del libro y se sumerjan en la experiencia del intercambio. Ya bien físico o por la red, los amantes de la lectura, encuentran de manos de estos entusiastas el texto que siempre quisieron leer sin tener que pagar un monto elevado.

Décadas de intercambio Domingo Ramírez es el vivo ejemplo de que la literatura aún tiene cabida en la sociedad. Se sienta todos los días con sus libros que van desde texto escolares, ‘bestsellers’ y obras de autores como Milan Kundera y Thomas Mann, en una acera de la calle Federico Navarrete del sector Los Mina.

A pesar de que el entorno que le rodea no es el más favorable para su actividad, esto no ha sido motivo para detenerse. Todos los residentes del sector lo conocen y respetan. Es de esperar, porque lleva treinta y dos años intercambiando libros en el mismo lugar. Y aunque para muchos sea un largo tiempo, él sigue con el mismo entusiasmo de hace tres décadas atrás y con ganas de seguir en el oficio por muchos años más.

“He trabajado en otro tipo de negocios, pero este es el que más me gusta. No me iré de aquí por mucho tiempo”, declara.

Además de intercambiar libros, confiesa que también le gusta leerlos para recomendarlos. “Me gusta leer todo lo que llega aquí”.

La dinámica de su negocio es simple. Con solo llevar un libro y la mínima suma de diez pesos te puedes llevar una obra. Según Ramírez, los ingresos por los intercambios son pocos pero le bastan para sobrevivir.

Intercambio por la red Víctor Abreu, es ingeniero en sistemas pero también un ávido lector. Con un espíritu emprendedor, sus conocimientos tecnológicos y su pasión por la lectura creó SDQ Lee, la primera plataforma digital de intercambio de libros.

En los diez meses que tiene el proyecto ha tenido un éxito rotundo y se han intercambiado más de 4,000 libros.

Según Abreu, la motivación principal de su creación fue la de darle a sus propios libros una segunda oportunidad.

“No entendía que mantenerlos en un librero fuera el mejor uso, además ya había intentado con otras maneras de emprendurismo sin alcanzar un éxito considerable y vi en esta necesidad esa gran oportunidad”, expresa.

Con solo 90 de sus libros se inició el proyecto. Y ya, a la segunda semana, tenía 200. Al finalizar el primer mes su catálogo rondaba la cifra de 400 ejemplares. En la actualidad es cercana a los 1,600 títulos.

Abreu relata que fue bastante difícil seleccionar con cuáles libros se iba a quedar y aquellos que iban al catálogo.

“Es normal apegarnos a esos libros que tanto nos han gustado, pero justamente por ser libros buenos entendía que otros los estarían disfrutando igual o más que yo”.

El proceso de intercambio es fácil. El primer paso es crear una cuenta de usuario en la página web SDQLee.com. Después le sigue revisar el catálogo de libros y elegir las obras de su preferencia. Luego, se selecciona el modo de pago que puede ser transferencia bancaria o pago contra entrega y se termina seleccionando el modo y sitio en que dichos libros serán entregados.

Los montos por intercambio oscilan desde RD$25 hasta RD$300. Y también se ofrecen algunos cupones de descuentos y acumulación de puntos de intercambio para mantener dinámicas atractivas entre los lectores.

El espectro de géneros literarios que forman parte de SDQ Lee va desde novelas románticas, novelas distópicas, ciencia ficción, literatura juvenil e infantil hasta filosofía y ensayos.

“Las novelas son el género favorito por excelencia, así como muchos de superación personal y autoayuda”, explica.

Los autores con más demanda en los intercambios son Stephenie Meyer por la saga de Crepúsculo y Paulo Coelho “dado la enorme cantidad de libros que tiene y la temática que suele ser de mucho interés para un tipo de lector joven, sobre todo femenino, que representa casi el 80% del público que intercambia”, indica.

Las obras criollas también tienen un lugar en la plataforma. En el catálogo hay una sección dedicada únicamente a autores dominicanos con más de 200 títulos diferentes.

“Las obras dominicanas cuentan con excelente acogida. Siendo Joaquín Balaguer, Juan Bosch, Marrero Aristy, César Nicolás Pensón y Junot Díaz los más intercambiados”, asegura.

Al igual que la literatura dominicana el catálogo cuenta con cerca de 400 títulos en inglés. Estos también con una muy buena demanda por parte del público.

Al preguntársele por la rentabilidad del proyecto, Abreu explica que no es rentable, sino satisfactorio. “No hay beneficios para alquilar un local, tener promociones, ni mucho menos competir con la estructura comercial de las librerías dominicanas que aún se mantienen. Pero este proyecto no nació para el lucro, nació para el beneficio intelectual de todo el que de una u otra manera forma parte de sus tantas aristas”.

Abreu sostiene que el nivel de lectura en República Dominicana es muy pobre. Aunque piensa que dentro del mal panorama hay sorpresas.

“Entendía que menos personas leían y cada día tengo una sonrisa adicional al ver la acogida que va teniendo el proyecto y las felicitaciones que gran parte de los usuarios me dan por estar realizando esta labor".

También entiende que desde la educación inicial se debe enfrentar este problema.

LIBERTAD DE LECTURA “Una de las cosas en la que coincido con los lectores es que en las escuelas no deben obligarte a la literatura clásica, deben darle bajo ciertos esquemas una libertad de lectura, con temas un poco más modernos, novelas que sean más digeribles y hasta bestsellers del momento para poder llevar en ese niño o joven el interés por la lectura”, considera.

Al cuestionarle sobre cómo ve el futuro del libro este piensa que con el esquema comercial de pocas librerías puede que se mantenga estable.

“Al menos se está haciendo el esfuerzo de facilitar a los consumidores catálogos en línea, pagos por internet y entregas personalizadas para poder competir con sitios web como Amazon, por ejemplo, pero el tema precio sigue siendo uno de los impedimentos mayores. Actualmente hay una gran cantidad de escritores independientes sacando partido del autopublicado e impresión a demanda que ofrece Amazon, lo cual facilita que el escritor imprima solo la cantidad de libros que necesite y no miles como muchos impresores dominicanos exigen”.

Abreu tiene muchos planes a futuro para catapultar SDQLee.com a todo el plano nacional, como ampliar el catálogo a libros universitarios y de colegios. “También espero poder tener la oportunidad de llevar el concepto de los intercambios a la Feria del Libro de Santo Domingo”, finaliza.

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