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Artículo/Literatura

Regresa al Ulises

Inés García

Santo Domingo

Esta es una novela con historia. Tal vez sabrás que cuando James Joyce terminó de escribirla, tuvo muchos inconvenientes para su publicación. Editores e impresores la consideraban mala e inmoral, era una novela absurda para muchos y en Irlanda no la aceptaron. Hoy agradecemos a los ingleses por mostrar al mundo la innovadora obra que revolucionó la novela del siglo XX.

Un detalle que nos cuenta Alejo Carpentier (en Heras, 2002) es que Joyce amaba a la Odisea, de Homero, por expresar las singularidades del ser humano. Asimismo, entendía que era una obra difícil de igualar. Pero la admiración que sentía por esta, le sirvió de inspiración para crear a Ulises. José María Valverde (traductor al español de la obra), al tratar en el prólogo de la novela la relación de Ulises con la Odisea, entiende que la única conexión está basada en el título que Joyce le puso a su obra. Es por esto que aclara: “El lector apreciará por sí mismo si, efectivamente, Ulises es o no ‘la Odisea contada al siglo XX’. Por nuestra parte, creemos que a nadie se le ocurriría tal idea si no fuera por el título del libro […]” (Valverde, 1998, en Ulises p. 33). Para Valverde, la relación del Ulises con la Odisea está marcada por el retorno de su protagonista al hogar, ya que fue la idea que prosperó en Joyce.

El detalle de la traducción al español para una persona que no conoce el idioma inglés debe ser importante, leerla permite el acercamiento a ese mundo creado por James Joyce en su idioma. José María Valverde obtuvo por ella un premio en 1978 (Premio de Traducción Fray Luis de León).

Como tal vez sabrás, Ulises cuenta con una gran cantidad de monólogos interiores. El capítulo dieciocho está escrito por completo con esta técnica, la cual fue empleada por primera vez por Edouard Dujardin (1861-1949) en su novela Los laureles están cortados. En este capítulo se presenta a una Molly (esposa de Leopold) acostada, que divaga mentalmente en un momento donde el subconsciente aflora, ya que ella dormita. La estructura del mismo está caracterizada por no tener puntuación, aunque se presentan unos pocos espacios a maneras de pausas. Además, está escrito en forma de un único párrafo. Esto no representa ningún percance para ti, lector atento, ya que fluye de manera comprensible. Emociones, recuerdos, ideas y opiniones se entrecruzan en la mente de esta mujer que culpa a su esposo de la muerte del hijo de ambos.

Si comparas este monólogo con el de Leopold en el capítulo trece, podrás ver que mientras él está sin sueño, su monólogo interior presenta pausas marcadas con signos de puntuación que desaparecen en el último párrafo, cuando comienza a dormitar. En ese momento, su monólogo se presenta sin puntuación, por lo que fluye como el de Molly y, como nota curiosa, se logra comprender con cierta facilidad, a diferencia de ciertos momentos anteriores al sueño en donde podrías perderte.

Te aclaro que empleo el término “monólogo interior” y no “corriente de pensamiento” o “flujo de consciencia” debido a lo expresado por Leon Surmelian (en Heras, 2002) cuando dice que son lo mismo, y que en literatura el término aplicable es “monólogo interior”, mientras que en psicología es “corriente de pensamiento” (“flujo de consciencia”). Recuerda que “corriente de pensamiento” fue dado por el psicólogo Williams James al proceso mental de pensamientos no organizado.

Entiendo que el monólogo interior tiene diversidad de formas en su realización y que mientras más cercano al sueño se encuentre la mente del personaje, los signos de puntuación se eliminan, manteniendo un cierto nivel de coherencia.

Si te recomiendo leer esta novela es porque Ulises es una obra maestra que cambió la forma de escritura de la novela del siglo XX (supongo que ya lo sabrás); tanto es así, que Leopold Bloom, personaje principal de esta obra, cuenta con un homenaje que se le realiza el 16 de junio de cada año (¡Aaah! Esto tal vez no lo sabías): el Bloomsday (día de Bloom), el cual nació en Dublín (ciudad en donde transcurre la novela), pero se ha extendido por el mundo gracias a los amantes de la obra. En República Dominicana, el Taller Literario Narradores de Santo Domingo, bajo la guía del escritor Héctor Santana, ha venido celebrándolo ininterrumpidamente desde el 2013. En el 2014, la coordinación de dicho taller inscribió la actividad en la página oficial de The James Joyce Centre, agregando a nuestro país a la comunidad de lectores que realizaron dicho homenaje leyendo fragmentos de la novela mientras degustaban los platos presentados en la obra.

Debo finalizar, pero antes, permíteme decirte que con su lectura podrás reír (sobre todo con el golpe que se dio Leopold en la cabeza), además, aprenderás técnicas de escritura creativa. Conocerás una época y, a la vez, la mente humana, ya que revela los pensamientos que somos capaces de albergar. Después de esto, solo queda decirte: ¡Regresa, pues, a las páginas del Ulises!

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