Una artista sentada en la platea

Mucho le debe la cultura dominicana a Carmen Heredia de Guerrero. Además de su trayectoria como artista y crítica de arte fue, durante cuatro años, directora del Teatro Nacional. Su gestión muchos la consideran entre las mejores de aquel recinto. Su mano experta contribuyó a dignificarlo de la farándula bullanguera. Llevó allí lo mejor del “bell canto”, el ballét clásico, la danza contemporánea y espectáculos inolvidables.

Después de comenzar con éxito su presencia como artista en obras puestas en escena para las alumnas del Instituto de Señoritas Salomé Ureña, su prometedora carrera práctica en el mundo del arte quedó en un segundo plano para dar preferencia a la presencia de la exquisita escritora, la certera comentarista, la gestora cultural que no dejó pasar evento importante que ocurriera en el país sin que su mirada se detuviera a analizarlo con todo rigor, y publicarlo en los medios de comunicación, como prueba de que en la República Dominicana todavía quedan voces de prestigio como la suya, capaces de poner en su lugar las virtudes y defectos de esas presentaciones.

La nueva obra Doña Carmen acaba de publicar un nuevo fruto de su incansable labor en el mundo de las letras, “Desde la platea”, cuyo contenido quedará inscrito como baluarte de lo que debe ser la crítica artística en el país. Es una amplia selección de sus escritos publicados en las secciones “Alegría” y “Areíto” del periódico “Hoy” entre los años 2005 y 2014. Danza, teatro, ópera, ballet, conciertos sinfónicos y espectáculos diversos son los temas recreados por la atenta mirada profesional de una mujer a quien no le tiembla el pulso a la hora de señalar virtudes y defectos, y con ellos a cuesta, expone sus puntos de vista amparados en su prestigiosa formación académica.

Fechados en Santo Domingo estos escritos tienen también la virtud de las espumas y mareas cuando van y vienen sin temor a las orillas que intentan diluirlas.

Aquí hay mucha altura, una profunda y equilibrada solidez argumental. Esto, unido a su responsable virtuosismo escritural propone unas simbiosis melódica, un concierto de piano que se escucha bajo el remanso de los atardeceres en calma.

Leer a doña Carmen es disfrutar de una de las prosas más hermosas que aparecen en la prensa de hoy, un legado de dominicanidad de quien ha sido testigo presencial de los acontecimientos culturales más importantes ocurridos en el país en las últimas décadas.

“Desde la platea” es una cita con la belleza. Un homenaje a aquello que abre horizontes al alma humana que a veces no encuentra vías de escape al chato realismo, y de la farándula mediocre que nos propone la inmediatez de los tiempos difíciles que estamos viviendo.

PALABRAS DE LA AUTORA Con su acostumbra modestia, doña Carmen expuso en la dedicatoria a su obra, algunas consideraciones que el lector debe conocer para valorar mucho más su legado: “(...) porque consciente de que el hecho artístico, musical, teatral o danzario es solo un momento, un instante sublime, y la memoria frágil, evanescente tras la emoción recibida, ante esta realidad inexorable, he considera propicio que el trabajo de nuestros artistas trascienda en el tiempo a través de la palabra escriba, y aunque nunca exenta de una sabia pasión, nuestros testimonios se conviertan en un legado para que las generaciones futuras conozcan parte de nuestra historia cultural y la calidad de los artistas que los antecedieron. Con este libro quiero rendir homenaje a mi país, su buen hacer, a ellos dedico mis reflexiones Desde la Platea”.