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Poeta

Frank Báez: Un poeta distinto

Su libro “La trilogía de los Festivales” representa el camino del autor por diversos países de América Latina en los festivales de poesía, donde los poetas se encuentran y dan a conocer su obra.

La poesía está reflejada en la vida de Frank Báez. Él anda por el mundo conociendo lugares donde un grupo de personas coexisten en el mismo universo literario y que, al igual que este escritor, lo hacen suyo.

Con su obra ha tenido todo tipo de experiencias, debido a que él es distinto. Admite que sus poemas suelen ser de choques para algunos y de fascinación para otros, pero como todos, tiene sus admiradores y detractores.

En su transitar ha sido, además de escritor, un investigador, al confesar que siempre ha estado interesado por el fenómeno de los festivales de poesía. Esa experiencia la plasmó este 2016 en su crónica novelada: “La trilogía de los Festivales”.

El poeta Frank Báez no pensó que los constantes viajes a eventos de poesía de América y algunos países europeos acabarían formando parte de una secuencia, pero en estos lugares suceden tantas cosas que “sentía la necesidad de hablar de ello”.

La trilogía En el libro, Báez narra que en el año 2011 publicó en Folia Ediciones, de Argentina, la crónica novelada, “En Rosario no se baila Cumbia”, la cual mereció toda la atención de la gente. Se compró y se reseñó en diversos medios, y en el círculo poético de la ciudad. Dos años después publicó otra crónica novelada: “En Granada no duerme nadie”, editada y publicada por la editorial nicaragüense El Nocturno Diurno. “Ambas crónicas se desarrollan en el contexto de festivales de poesía. La primera se desarrolla en el Festival Internacional de Poesía de Rosario y la segunda en el Festival Internacional de poesía de Granada”, expresa en el prefacio de la obra.

“En Puerto Rico no se escucha reggaetón”, ambientada en el Festival de la Palabra, es la crónica que cierra el ciclo de los festivales. Como las dos primeras nunca se publicaron en República Dominicana, y la tercera era inédita, Frank Báez decidió publicarlas como trilogía.

La participación en eventos de poesía de diferentes países, sin recibimientos fastuosos, como es el oficio del poeta que no es conocido por las grandes masas; de cómo esas personas interactúan en esos escenarios poéticos, además de la cantidad de personas que participan en los festivales; y de cómo fluctúan todas las variables, desde lo folclórico, lo académico hasta lo despreciable, fueron parte de los intereses del autor.

“Cuando te invitan a los eventos de poesía se va creando un efecto dominó: se da a conocer tu obra, se comparte y se intercambian afectos con otras personas. Sucede también que no siempre se da a conocer mucho la poesía dominicana y suelen vernos como los representantes de la poesía local, por eso siempre está el interés y la invitación de un país a otro”, explica el poeta sobre la temática de los festivales.

Sin embargo, el país no ha tenido un proyecto prolongado en el ambiente poético, aunque Báez sostiene que sí se mantienen algunos eventos y muestras como el Festival de Poesía en la Montaña en Jarabacoa y varias actividades literarias y de arte, pero se necesita que algo sea duradero: “No hemos tenido una tradición continua. Hace falta más acción en ese sentido: propuestas, apoyo y trabajo en equipo”, declara.

Considera, además, que los jóvenes jugarían un rol importante, pero no se les ha dado la oportunidad. No obstante, afirma que muchos se encuentran regazados. “Faltan ganas y pasión”, dice.

Retos de los festivales Frank Báez, al narrar sus consideraciones sobre los eventos poéticos, apunta: “Los festivales de poesía le aportan mucho a una ciudad. Se promociona la marca país pero a la larga no tiene nada que ver con poesía”.

De acuerdo al autor de “Postales”, uno de los atributos que tienen esas actividades es que “te llevan a lugares disímiles, donde tienes que darte a conocer, y es una experiencia enriquecedora, además de apreciar la cultura y relacionarte con poetas de todas partes.”

Los festivales tienen más virtudes que defectos. Pero aun persisten retos, y es lograr que la poesía no sea secundaria: “No se debe perder la esencia de la poesía por tratar de captar gente utilizando elementos extraliterarios, como la música y otras formas artísticas, quedando la poesía relegada y perdiendo protagonismo”, señaló el poeta.

Hay Frank Báez para rato Entre risas, Frank Báez afirma que tiene poemas que ha repetido tanto que ya no quiere leer nunca más. “Me gustaría leer cosas nuevas”, revela.

Él no necesita un lugar especial para encontrar su musa, pues distingue que viviendo en República Dominicana, donde sobra material y tantas cosas que contar, en cualquier lugar llega la inspiración: “Solo necesitas concentrarte y enfocarte. Tenemos la maravilla de tener historias que contar, vivimos en un país que cada día tiene algo nuevo, y cosas que casi nadie ha contado”, refiere Frank Báez, aunque sostiene que hay retos por asumir y desarrollar de una manera creativa, como por ejemplo, el uso de algunas palabras o códigos coloquiales. “Se debe apostar a la internacionalización de los escritos”, manifiesta.

Porque para él, “una de las cosas que tiene la poesía es que puede estar en cualquier parte”.

(+) OTRA FORMA DE HACER POESÍA Editorial Jai Alai Books Báez, editor de la revista Global, se confiesa interesado con el trabajo que organiza la editorial Jai Alai Books, en Miami, Estados Unidos. El escritor ha vivido la experiencia con un festival que desarrollan en la referida ciudad. Frank Báez comenta: “Ellos realizan actividades relacionadas con la poesía, como lecturas e intervenciones en la ciudad: Lanzan poesías desde el cielo, en una avioneta van proyectando versos, colocan en los techos de los edificios más altos grandes poemas que son divisados por los aviones cuando descienden. También, vistieron a un actor como José Martí, quien iba por una pequeña comunidad cubana de Miami interpretando “Cultivo una rosa blanca”. Es por ello que piensa que hay otras formas de trabajar la poesía. “Mientras más curiosidad tengas por la poesía más interés tendrás de hacer cosas distintas. Mientras más tú creas que la poesía no es solo parte de un grupo de gente sino para toda una comunidad, funcionará mejor cualquier intento”, sugirió.

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