Crianza en valores: “Lo primero que me propuse es que fueran buenos seres humanos”

Una meta cumplida: Para Carolina, la clave es estar centrados en La Palabra de Dios, escudriñarla, ver qué quiere Dios en cada situación; y luego trabajar, manteniendo un orden y buscando la excelencia en todo.

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Saiury CalcañoSanto Domingo, RD

Carolina Castro es abogada y pintora de profesión, se define como cristiana por la gracia de Dios. Narra que desde muy pequeña su padre sembró en ella la disciplina en los estudios, la alfabetizó y le daba clases de inglés y francés “Siempre me exigía hacer todo con excelencia”, enfatiza, y ese mismo lema de vida ha aplicado con sus cuatro hijos: Sabah de 35 años, nutrióloga clínica; Aisha, de 32 años, la destacada violinista que ha puesto en alto la bandera dominicana. Kabir, de 29 años, empresario y mercadólogo; y Malik Kareem, de 20 años, orgullo dominicano del fútbol, quien actualmente está terminando Administración de Empresas en el King’s College New York. Carolina es una madre presente, estricta y fiel a sus creencias. Orgullosa de sus cuatro retoños, cuenta a Listín Diario cómo ha logrado formar hijos exitosos, y sobre todo, con valores.

¿Cómo es su relación con cada uno de ellos? Tengo una excelente relación con cada uno de ellos, gracias a Dios todos son cristianos, los que más se parecen a mí en el carácter son Sabah y Kabir, Aisha, en sus principios y convicciones.

Desde que supo que iba a ser mamá, ¿se propuso que sus hijos fueran exitosos? Lo primero que me propuse es que fueran buenos seres humanos, obedientes a Dios, luego que tuvieran claro su misión en la vida, y que desarrollaran una gran disciplina para lograr lo que se propusiesen, siempre teniendo como norte valores como integridad y honestidad.

¿Cómo inculcó en sus hijos esa disciplina por la música y el deporte? Todos mis hijos tienen algún talento artístico y deportivo. En el caso de Aisha, a los siete años decidió irse a Santo Domingo a vivir con su profesor Hipólito Javier y su familia, cuando ves esa determinación y disciplina en un niño tienes que apoyarlo. Ella se quedó viviendo sola en un internado para niños prodigios a los 13 años donde estudiaba 10 horas al día, hablábamos a diario por teléfono, a veces lloraba, pero seguía allí trabajando duro y aferrada a Dios. Kareem pateó una pelota antes de empezar a hablar, con tres años ya estaba en un equipo de fútbol en Londres los Dover House Lions, luego su aprovechamiento fue tal que fue escogido para recibir un entrenamiento especial con el equipo Wimbledon FC, para luego pasar al Fulham FC donde recibió muchos reconocimientos. Al llegar al país siguió jugando con el entrenador Franklyn Jimenez y fue escalando hasta pertenecer al Cibao FC. Luego fue a Estados Unidos con ofrecimiento de cinco becas por su desempeño en el fútbol, convirtiéndose en capitán de su equipo. Obtuvo el premio como mejor mediocampista ofensivo de la temporada pasada. ¿Qué sacrificios tuvo que hacer para criarlos? Me divorcié hace 20 años, justo después de que Kareem naciera, así que me tocó sola. Fue muy difícil para mí, tuve que sacrificarme hasta los huesos, renunciar a muchas cosas, dejar de lado otras, mi madre me ayudó muchísimo en la crianza de mis hijos, pero ese era el plan de Dios para mi vida, y estoy muy agradecida por lo que ha sucedido conmigo y con mis hijos.

¿Cómo es manejar las carreras de Aisha y de Kareem? Trabajamos muy duro para llevar con éxito sus respectivas carreras, respeto mucho lo que ellos piensan y quieren, pero al mismo tiempo los aconsejo y discutimos todo, hasta siempre estar de acuerdo que es lo mejor para cada quien.

¿Cuál ha sido el momento más emocionante que ha vivido en las carreras de Aisha y de Kareem? Uno de los momentos más emocionantes fue cuando a Aisha la admitieron en la Yehudi Menuhin School siendo la primera hispana en ser admitida, cuando le dieron las dos becas más grandes de Inglaterra, en Guildhall y en el Royal College, así como cuando Kareem se ganó cinco becas en Universidades de Estados Unidos, pudiendo elegir donde estudiar. Me llena de satisfacción también que desde el 2010, Aisha, a través de su Fundación Music for Life, lleva a cabo clínicas, talleres y festivales alrededor del mundo: Abu Dhabi, Londres, España, Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Ecuador, Colombia, Chile, Brasil, Uruguay, Cuba y República Dominicana; llevando su música además a cárceles, hospitales, orfanatos y asilos.

¿Qué consejos le darías a una madre que busca que sus hijos sean buenos en algún arte, disciplina o deporte? El amor es la gran medicina, pero sin consentirlos. La disciplina y la dedicación son muy importantes, observando las habilidades de sus hijos y apoyándolos para que logren sus sueños. Te tienes que convertir en su mejor amiga, así puedes aconsejarlos mejor, la cuota de sacrificio que tienes que pagar es grande, controlar lo que escuchan y ven tus hijos, dedicarles el mejor tiempo posible tratando siempre de darles la mejor versión de ti; no es tarea fácil y cuesta mucho sacrificio, pero de la mano de Dios todo es posible.

¿Cómo definiría a sus hijos?

Sabah, mi hija mayor se parece mucho a mí, es luchadora, valiente, emprendedora, inteligente, trabajadora y una gran madre. Es también muy talentosa, estudió violín y llegó a tocar en la Filarmónica del Cibao.

Aisha, ya la conocen bastante, es una gran violinista con una gran fuerza de voluntad y muy centrada, con una disciplina férrea y un gran ser humano, ha hecho muchos sacrificios por su carrera y es también una excelente madre.

Kabir es valiente, emprendedor, resiliente y muy inteligente, es un gran artista, cantante y compositor. Es un hijo que ama mucho a su familia, sacrificó su adolescencia para ayudarme a criar a su hermano Kareem, mientras yo trabajaba en Londres, le inculcó su gran amor por el deporte, siendo su primer profesor de fútbol cuando Kareem tenía dos años.

Kareem, es el más pequeño, recibió mucho afecto de sus hermanos, es muy cariñoso e inteligente. Es un gran futbolista. Tiene una hermosa voz y estudió guitarra clásica en el Royal College a los 8 años, siendo el único niño en esa universidad. A sus 20 años ya tiene un título de Administración de Empresas, otro de Negocios Internacionales y está terminando Negocios y Mercadeo en King’s College New York.

Ejemplo a seguir

Carolina Castro nació en Santiago. A los tres años se mudó a Cabo Rojo, Pedernales, pues su padre trabajaba en una compañía internacional.

Como no había ni radio ni televisión, tenía todo el tiempo para estudiar, pintar y jugar con sus hermanas menores. Estudió violín y solfeo en la Escuela de Bellas Artes en Santiago a la edad de 12 años, a la par recibía clases de pintura.

Estudió Derecho en PUCMM, se graduó a los 22 años y luego fue a Toulouse, Francia a hacer sus estudios de postgrado becada por el Gobierno Francés.

Cuando regresó de Francia se dedicó a ejercer su profesión, fue catedrática en PUCMM y se inició en bienes raíces, a la par que hacía exposiciones de pintura y criaba a sus hijos. Actualmente sigue en bienes raíces y maneja la carrera profesional de Kareem y Aisha.