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SENDEROS

Lecciones de vida para ser mejores personas

Estar en los cuarenta es tan natural como estar en los veintes, estar a las puertas de la tercera edad no es tan diferente que cuando estuviste de niño o de adolescente, todas las etapas tienen su parte oscura y su encanto, vamos creciendo, superándonos, rezagándonos en ciertos aspectos, pero indistintamente seguimos en el camino de la vida.

Que te llamen “cuarentón (a)” es lo mismo que cuando de adolescente te llamaron “niño(a)” o cuando eras un párvulo te llamaron “bebé” y lo será cuando ya de anciano alguien te llame “viejo(a)”. Cada etapa lleva sus prejuicios y debes de lidiar con ellos, asumir que te has equivocado, que has sido emocionalmente incorrecto, que has cometido errores como toda persona, que de alguna decisión salió una complicación mucho mayor de la que te imaginaste, ... ¡eso es vida!

Juzgar es tan fácil, odiar también, pero cuando reflexionas no es más que el amor el que te ha hecho hacer, o deshacer, recibir o dar, ignorar o hacer, caminar o esconder, de cualquier forma has sido tocado por el dolor de vivir experiencias, de manifestarte con lo bueno o con lo malo de otras personas, y de dar o recibir sufrimiento; recuerdo de niño las cosas eran tan diferentes y a medida que fui creciendo esto que llamamos vida se fue complicando hasta este preciso momento de estar escribiendo estas líneas.

Si has dañado y has quebrantado mundos emocionales, es tiempo de reconocerlo de forma humilde, porque de negarte seguirás en un camino mucho más complicado, y al final le habrás metido elementos innecesarios a tu universo emocional; lo que de niño pensabas era color rosa te diste cuenta que en realidad fue gris, que los colores dependen en gran medida de cómo te sentiste en aquel momento; si has hecho cosas realmente oscuras hay que aclararlo con una buena dosis de humildad y sinceridad, de igual forma has recibido lo mismo de otras personas, no importa lo hecho o lo recibido... sino creces, sino maduras o sino aprendes de nada te habrá servido la experiencia. Esas personas aparentemente malévolas, que te despedazaron no son más que grandes maestros(as) que aparecieron en tu destino con la expresa misión de enseñarte algo y ese algo es lo que a la larga importa.

Si de verdad quieres crecer deja ir todo aquello que te carga emocionalmente, muchas de las personas hasta olvidaron lo que nos hicieron y siguieron su camino, entiende que nos dieron nuestra lección y continuaron sin ver hacia atrás, no creas que vas a cambiarlos(as) el que debe de cambiar eres Tú, el que debe de perdonar y perdonarte eres Tú, algunas personas ni siquiera nos volverán a recordar y punto, siguen sus vidas como si nada.

Expresar lo que sientes es una excelente forma, pero la simple expresión tampoco hace mucho por ti, debes de ir más allá de lo que has sacado de tu alma, debes de entender las motivaciones o estarás condenado(a) a repetir la lección con otra persona, ellas te perseguirán hasta que hayas superado dicha lección. Si deseas crecer y entender ese espacio que se te ha dado entre tu nacimiento y tu muerte, debes en un primer lugar analizar que todo lo que hay en medio de esos dos momentos es totalmente tuyo y depende de ti ser un(a) buen(a) alumno(a) o de repetir hasta el cansancio.

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