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Inhibición del triunfo

El título del artículo se refiere a las dificultades u obstáculos que una persona con cualidades para triunfar se pone a sí misma para boicotearse ese posible triunfo. Es necesario aclarar que, en muchas ocasiones, pueden obtener el triunfo anhelado, pero entonces no logran disfrutar por la meta alcanzada.

A muchos les ocurre que tan solo se convierten en proveedores de familiares y amistades. En cuanto a eso último, en la Biblia encontramos lo siguiente: “Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen, ¿Que bien, pues, tendrá su dueño, sino verlo con sus ojos?". (Eclesiastés 5:11).

En el mundo de los deportes hemos visto a jóvenes peloteros con unas condiciones excepcionales para lograr el éxito, pero se quedan en el camino, o lograron ascender, pero no fueron lo que se esperaba. Así, por ejemplo, tenemos dos peloteros con el mismo nombre: Abrahán Núñez, uno outfielder, y otro infielder. El primero con una estatura de más de seis pies, musculoso, atlético, excelente corredor, buen bateador, magnífico brazo (ambidextro), logró llegar a las Grandes Ligas, pero solo por poco tiempo, Y no se destacó. El otro, todo lo contrario, de estatura pequeña, bateador pobre, no era muy rápido, sí tenía una excelente defensa, y era de personalidad apacible. Este para sorpresa de muchos logró pasar varios años en el béisbol de las Grandes Ligas. Con condiciones parecidas a este último tuvimos al pequeñito Rafael Belliard, el cual duró hasta que quiso retirarse del béisbol de liga mayor. Este también tenía una personalidad apacible. Y lógicamente ya usted puede deducir que el otro (alto, musculoso, fuerte) era de personalidad volátil.

En baloncesto tenemos el ejemplo del jugador José Vargas (El Grillo), quien tenía condiciones atléticas y un manejo de todas las facetas del juego superior a los Horford (padre e hijo). Sin embargo, aunque "El Grillo" fue seleccionado el 28 de junio de 1988 en la posición 49 del draft del baloncesto de la NBA, no llegó a jugar en esa prestigiosa liga. Mientras que los Horford sí lo hicieron, y el hijo todavía juega y ha logrado tener una carrera "estable", aunque él no es brillante en ningún aspecto del juego.

Es importante destacar que al igual que en el caso de los peloteros mencionados, en este ejemplo del baloncesto uno era apacible y logró triunfar y el otro volátil y su duración fue efímera. Los Horford son de personalidad apacible, y ya sabemos que lograron el éxito. Mientras que “El Grillo” no llegó a tirar una sola bola en la NBA. Una muestra triste de su personalidad volátil es que en una ocasión, exigiendo el pago para representar a nuestro país en la selección nacional, dijo que “Los guardias son los que están para defender la patria, y cobran los 25 de cada mes".

El jugador de baloncesto José "El Grillo" Vargas

El jugador de baloncesto José "El Grillo" Vargas.ARCHIVO/LD

El origen de la inhibición del triunfo se relaciona por conflictos conscientes e inconscientes con el progenitor del mismo sexo. Usted quizás recuerde que en una publicación anterior transcribimos las quejas del inmenso escritor Franz Kafka, en su libro titulado “Carta al padre”, quien decía que “la imposibilidad de un trato sereno tuvo otra consecuencia más, en realidad muy natural; perdí la costumbre de hablar. Si comenzaba a hacer algo y tú me amenazabas con fracasar, el respeto de tu opinión era tan grande, que el fracaso, aunque quizás tardío, era inevitable. Perdí la confianza en mis propias acciones. Yo había perdido ante ti, la confianza en mí mismo, trocándola por un ilimitado sentimiento de culpa".

Deseamos compartir las buenas nuevas, como dice la Biblia, de que en muchísimas ocasiones el triunfo anhelado nos llega más tarde, Y lo más importante es que podemos disfrutarlo. La Biblia nos habla de eso metafóricamente como la lluvia temprana y tardía: “Yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, Y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite”. (Deuteronomio 11:14). De un modo parecido está en Joel 2:23.

En nuestro país las lluvias tempranas ocurrían en mayo y las tardías en agosto o septiembre. Claro está, con los fenómenos atmosféricos conocidos como "El niño" y "La niña", ya eso quedó atrás, las lluvias pueden caer en cualquier estación del año y algunas son muy destructivas y trágicas, como las que tuvimos en noviembre 2022.

Aunque la lluvia (bendiciones - éxitos) puede ocurrir para cualquier persona en una etapa tardía de su vida, nos vamos a referir específicamente a ejemplos políticos internacionales y nacionales. Así sabemos que Winston Churchill perdió varias veces antes de ser elegido primer ministro (1940-1945), y tuvo la responsabilidad de conducir de manera exitosa a Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque los desconocedores de las intríngulis políticas y de la conducta humana, todavía no logran comprender cómo Churchill, quedando como héroe de guerra, perdió las elecciones de 1945.

En cuanto a lo nacional, tenemos una persona cuya aspiración inmediata era ser elegido diputado y tenía el apoyo de sus compañeros, pero el líder de ese partido, le pidió que cediera su postulación. Y él lo hizo con mansedumbre... tiempo más tarde se dieron varias condiciones inesperadas, y logró ser presidente más de una vez.

Otra persona dotada de un humor campechano fue un buen funcionario, y nunca demostró tener aspiraciones presidenciales, sin embargo, se dieron una serie de circunstancias, y mezclando muchos chistes y cosas serias, eso unido a su gran carisma, en esa época, logró ser electo presidente.

Otra persona teniendo un alto cargo muy apetecible renunció a esa posición, para aspirar directamente a ser presidente, pero no lo logró; y expresó con una profunda amargura “Me venció el Estado”. Y esa expresión nos permite percibir claramente que tuvo lo que se conoce en psiquiatra como “vivencia”, que es toda experiencia que deja una huella imborrable en la persona.

Otro personaje, su padre fue un funcionario con una honestidad irrefutable, y formó un partidito que a todas luces era fácilmente perceptible que con esa organización -aun con todos sus méritos personales-, no llegaría a ser elegido presidente. Su hijo continuó al frente del partido, y se dieron una serie de circunstancias, y aunque perdió en un primer intento que parecía muy favorable, luego ganó. Y tiene la intención de ganar otra vez.

Vemos con todos esos casos nacionales, que en todos se siente la participación de la famosa expresión de Don Ortega y Gasset usada en su libro titulado Meditaciones del Quijote: “ Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo".

En conclusión, la inhibición del triunfo como vimos con los ejemplos deportivos, se debe a una personalidad inmadura. Por otra parte, los triunfos tardíos (lluvia tardía- bendiciones) se pueden hacer realidad si mantenemos la tenacidad de luchar por aquello que anhelamos.

Y solo seremos verdaderos triunfadores, si somos fieles a nosotros mismos, la única manera de sentir paz verdadera.

El autor es general psiquiatra (retirado) del Ejército

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