Publicidad online

Según el estudio que recientemente llevó a cabo NielsenlQ en Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España, Portugal y Rumanía, las redes sociales solo son responsables del 12% de las compras que realizan los centennials. También revela que solo el 18% de la Generación Z es leal a las marcas.

Esos limitados porcentajes expresan que las redes sociales, en estas categorías de público, no inciden tanto en su decisión de compra en la proporción que uno supone, y que para uno de estos segmentos la lealtad hacia las marcas se expresa en una proporción irrelevante.

Ambas revelaciones son sorprendentes y quieren decir que las redes sociales no lo son todo en estos entornos, realidad que deben tomar en cuenta los planificadores de medios que muchas veces sobrestiman estas plataformas y denigran los medios tradicionales para estas categorías.

Constituye un desatino privilegiar canales que le aportan tan poco a las decisiones de compra de un producto y/o servicio, cuando se pueden realizar mezclas de medios que juntos tienen más alcance y más penetración.

Dirán que el estudio fue aplicado en mercados con hábitos de compra distintos al nuestro, pero es inocultable el hecho de que se hizo en una categoría de público cuyo comportamiento generacional responde a las mismas motivaciones en cualquier parte del mundo.

Insisto, todos los medios tienen sus virtudes. No es cierto que existe uno con predominio absoluto. El reto está en conseguir la mezcla perfecta. La combinación que garantice la mayor incidencia al menor costo posible.

La publicidad online es grandiosa. También lo es la offline. Solo hay que saber dónde está el objetivo y apuntarle con el arma precisa.

Ambas tienen sus virtudes y sus defectos.

Actualmente lo que se discute es qué resulta más conveniente para los negocios: ¿ La publicidad a través de internet, en redes sociales o en medios tradicionales ?

Los mensajes digitales suelen perderse en un mar de videos y mensajes de todo tipo que forman un torbellino aturdidor para esos públicos. Y esa saturación lo complica todo: la recordación y asimilación de los mensajes, garantizar la credibilidad, obviar la saturación , afianzar los conceptos y demás contratiempos que el volumen de mensajes expuestos produce en la lectura.

Hay una cualidad que en radio, TV y prensa es insustituible y es la credibilidad. Amén de otras condiciones que les confieren una utilidad aun vigente.