TESTIGO DEL TIEMPO

Los políticos sin memoria

Nada resulta más entretenido que observar figuras políticas haciendo planteamientos serios, muy serios, para luego superar aquellas diabluras que denunciaban, o simplemente, pretender que nunca las denunciaron. Los tipos hablan como si pronunciaran “palabra de Dios” y sus seguidores los convencen, con las alabanzas tributadas.

Hay dos casos específicos que resultan en extremo entretenidos.

Me refiero a Guillermo Moreno, el flamante “líder” de un partido “emergente” Alianza País, que tiene tanto tiempo sin emerger, que se convirtió en un partido enano. Moreno, un líder muy “honesto”, sólo el presidente Luis Abinader es más “honesto” que él, se entiende, el mandatario tiene el presupuesto nacional para promover su “honestidad”.

Moreno solo se tiene a él mismo y detrás solo tiene la espalda, nada más.

Este señor desbocado, iniciando el actual gobierno, demandó que el ministerio público “independiente” investigue al presidente Luis Abinader. Según Moreno, Abinader sacó grandes capitales de la economía dominicana para depositarlos en paraísos fiscales “para evadir impuestos o para lavar activos, grave, muy grave la acusación.

Ahora Moreno quiere olvidar lo que dijo, porque se dice que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) gobernante actual, lo llevaría como candidato a senador. Sólo la posibilidad de una candidatura tiene Moreno en contra de sus propias palabras; el “líder” político, muy “honesto” él, quisiera desdecir lo dicho, pero es imposible.

El secretario Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, desde la oposición ofreció una estupenda cátedra de disciplina fiscal, criticando el endeudamiento excesivo de la administración anterior.

Ayer Paliza criticaba que en ocho años el gobierno del ex presidente Danilo Medina tomó prestados $14,000 millones. “La falta de responsabilidad, seguir aumentando deuda a cambio de nada, nos costará mucho a nosotros”, dijo Paliza en la oposición, compramos su propuesta de “cambio”, ganaron. El PRM, en tres años, disparó el endeudamiento de $14,000 en ocho años a $30,000 millones en tres años. Estos tipos se contradicen descaradamente, no pagan ninguna consecuencia.

Ayer contaban con la poca memoria del pueblo, hoy los medios sociales contienen nuestra memoria colectiva, ¿qué harán?