La vice...

Si alguien sabe que la escogencia vicepresidencial es potestativa del candidato, es el presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) Federico –Quique- Antún Batlle, un veterano de mil batallas.

Por eso, solo él sabrá las razones del porqué, para qué o por mandato de quien, decidió, en la proclamación del presidente Luis Abinader como candidato del PRSC, hacer lo propio con la actual vicepresidenta de la República, Raquel Peña.

Visiblemente sorprendido, Abinader, quien para algunos analistas y “Luisologos”, venía desde hacía varias semanas dando señales de repetir con Peña la fórmula victoriosa del 2020, confirmó sonriente lo dicho por Quique.

El pocas palabras, con su audacia (…) los reformistas le mataron el gallo en la funda al presidente-candidato, quien seguramente tenía ese anuncio para un momento y un escenario más táctico y estratégico.

Sin embrago, visto el hecho y consumado el acto, las reacciones favorables no se han hecho esperar. Y es que la población ha visto a Raquel Peña, quien, académica y empresaria, no era conocida por su activismo político, como una agradable sorpresa.

Su desempeño como mano derecha del mandatario ha sido avalado por los resultados saliendo airosa de todas las encomiendas que le han sido conferidas. La vice, aparte de las –muchas- representaciones oficiales, también ha sido jefa del gabinete de salud y ha jugado roles estelares en momentos de crisis de algunas instituciones. Es obvio que Luis se siente cómodo con Raquel, quien aparte de leal, eficiente, elegante prudente, inteligente y fina, le garantiza, si gana en el 2024, no tener al lado ningún proyecto presidencial definido que le entorpezca su último mandato.