enfoque

Cómo lidiar con la prángana

Prángana: Situación de pobreza en la que no se cuenta con los recursos para satisfacer incontables necesidades básicas. Esa es la situación en la que están las finanzas públicas.

¿Y cuál es la clave para manejarse en la prángana? Usar el poco dinero que se tiene con prudencia, transparencia, optimizando la calidad del gasto y sin despilfarros.

Si con prángana hay robos, sobornos y dispendios, simplemente el país se empobrece, mientras un grupo de hijos de puta se hace más rico. Reducir la práctica corruptiva del pasado ha permitido que, dentro de la prángana, muchas cosas se estén resolviendo.

Todos los días sale en algún medio de comunicación que en tal comunidad se dañó el acueducto, que las calles están destruidas, que faltan caminos vecinales, que se cayó un puente y no lo arreglan, que no hay luz en las calles, que hay escuelas sin terminar, medicamentos que escasean, carretas que se deterioran, que la UASD demanda más dinero, que la seguridad ciudadana requiere más policías, que las demandas de ayuda social se multiplican, más gastos en la frontera para protegernos, miles de millones para atender a las parturientas que llegan de Haití, y así podemos llegar a una lista interminable de necesidades insatisfechas que demandan los ciudadanos.

Ningún país del mundo puede enfrentar tantas demandas sin disponer de recursos para satisfacerlas.

Ningún país del mundo puede enfrentar tantas demandas sin disponer de recursos para satisfacerlas.ARCHIVO/LD

Pero no se dan cuenta que el gobierno está en la prángana. Porque ningún país del mundo puede enfrentar tantas demandas sin disponer de recursos para satisfacerlas.

¿Y dónde se origina la prángana? República Dominicana ocupa el tercer lugar con la presión tributaria más baja del continente con un ridículo 14.5%. Evadir el pago de impuestos es parte de la cultura dominicana y los cabrones que lo hacen nunca caen presos y siempre encuentran una salida negociada, aumentando el cúmulo de sus fortunas.

Esa evasión del ITBIS y el ISR supera el 45% y nos coloca entre los cinco países que más violan las leyes de impuesto. Eso es corrupción privada a la que nadie le presta atención. Pero si un funcionario comete una “indelicadeza” es un escándalo nacional.

También se roban el 40% de la energía producida y nadie quiere que le ajusten la tarifa eléctrica, mientras el gobierno lanza anualmente al basurero US$1,300 millones en subsidios. ¿Cuántos presos hay por esos robos?

Algunos poderes fácticos odian pagar impuestos y frenan las reformas para generar más ingresos o reducir gastos (exenciones y subsidios) vendiendo la falsa idea de que afectan a los pobres, cuando es todo lo contrario.