ideando

Dembow y publicidad

La tendencia de musicalizar los spots de radio y televisión no es nueva. Desde hace años los creativos publicitarios se han refugiado en la música para que sus mensajes sean asimilados y memorizados con mayor facilidad.

Es un viejo y socorrido camino creativo que tiene la comunicación publicitaria.

Ciertamente la música tiene un gran poder persuasivo. Algunas emociones se expresan mejor con música que con palabras. Muchos conceptos se aprehenden con más facilidad cuando vienen acompañados de una música pegajosa y de fácil entonación.

Aunque muchos creativos de fama mundial cuestionan su uso, la gran mayoría bendice su uso.

No obstante, pienso que actualmente hay un exceso en el uso del Dembow como camino creativo en la publicidad dominicana.

Porque, aunque se trate de un ritmo muy popular y de amplia aceptación en algunos segmentos de la población, no es verdad que el mismo le habla bien a todos los productos ni le llega bien a todos los públicos.

La fiebre es tan grande que no se toman en cuenta aspectos esenciales del target a la hora de musicalizar los mensajes.

No estamos descartando la validez del recurso. Destacamos el hecho de que con su uso desproporcionado y alegre no se está tomando en cuenta el perfil del público al que se dirigen los mensajes, tampoco la categoría de productos y servicios a publicitar.

La música ayuda a que los mensajes transiten con más facilidad, pero siendo coherente con el target del producto y con la reputación de las marcas para que su uso sea pertinente.

Para algunas marcas este acompañamiento es perjudicial a su reputación y en algunos casos, como en el de los políticos cuya imagen debe ser prístina, pueden hacerle más daño que bien.