Recuerdan hoy a Aristófanes Urbáez, el “Roedor” de Listín Diario

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Ramón UrbáezSanto Domingo, RD

Hoy se cumplen cuatro años de la muerte de Aristófanes Urbáez, poeta, periodista, escritor y pensador, que no transigía ni un ápice en sus posturas, muchas veces incisivas y directas. Era un intelectual y escritor consuetudinario, escribir todos los días era como su respiración. Cuando no salía su columna en el periódico Listín Diario, se notaba nervioso, incómodo, resoplaba como un toro.

Escribía de todo, desde anécdotas llenas de humor y sátiras, hasta los temas más controversiales sobre filosofía, geopolítica, biografías, historia, astronomía, religión, física cuántica, pero sobre todo de la conducta humana y el devenir político y social del país y toda América Latina. Como periodista era agudo, incisivo, un maestro de la entrevista y el reportaje. Cada dato era una piedra inamovible, como hachazos bien encajados.

Así era Aristófanes Urbáez, un fiero defensor de sus ideas y las exponía con la crudeza que le caracterizaba. Brutalmente sincero, estos segmentos de uno de sus artículos lo retratan de cuerpo entero: “...debo…dar la cara y decirles al Procurador y a la Fiscal del D.N., que pertenezco a los “ciudadanos por la soberanía” que en el nombre de Duarte, los Trinitarios, Luperón y los Restauradores, elaboramos el documento en que acusamos a los traidores de la nación (o mejor dicho, “el bando parricida”), de incitadores de la “fusión” con Haití y de llevar a cabo una campaña nacional e internacional para que dizque los defensores de los “derechos humanos” nos sancionen y que nos echen de los organismos internacionales (para que los verdaderos dominicanos sufran más miseria y penurias que pasan desde hace 500 años).

“Soy culpable de elaborar no panfletos ni anónimos, porque de eso viven ellos, sino un documento que los pone en evidencia ante más de 90% de los dominicanos que amamos esta tierra, como lo demuestran los sondeos hasta de los medios que sirven de atalaya a esos traidores de Caamaño, Fernández Domínguez y todos los criollos que vertieron su generosa sangre a través de la historia para que permanezcamos libres e independientes de todas las potencias extranjeras y de los enemigos internos que por plata han impedido el desarrollo de una democracia y un Estado de derechos fuerte y robusto donde impere el mandato de la Ley, como nos enseñó Duarte.

“Soy culpable y lanzaremos 10 millones de volantes patrióticos para que cada dominicano tenga el suyo y los identifique, pero al mismo tiempo sirvan de escudo contra las acusaciones de “genocidio étnico”, “racistas”, “esclavistas” y el “único país del mundo que todavía practica el apartheid”, cuando ellos y todos saben que son puras mentiras. Y en cuanto a los peledeístas que averigüen si ponerles los bigotes de Hitler y la esvástica nazi a sus presidentes no es un delito castigado por la Constitución y las Leyes. ¡Ah!, y otra cosa: no voy si me llaman si los traidores no se presentan para decírselo en sus caras.

No negocio la integridad de la Patria ni mi dignidad. Ya lo saben, teatreros”.

Desde muy joven incursionó en la poesía y la literatura llegando a publicar diversas obras, entre las que se encuentran “La sombra del silencio”, “El rastro de la ciguapa” y “Los tambores de la paloma azul”. A lo largo de su trayectoria periodística, que se inició en los años 70, laboró como columnista y corrector de estilo en diarios La Noticia, El Sol, Ultima Hora, El Siglo y Listín Diario, donde escribió los últimos 15 años, su columna “El Roedor”.

Fue profesor de gramática, filosofía e historia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Aristófanes consagró su vida a la investigación y estudio de la filosofía y la política local e internacional.

Sobre él se han expresado distintas opiniones y decenas de personalidades de la vida del país y del exterior, y gente común de su entorno social y familiar. El empresario José Luis Corripio Estrada (Pepín), presidente del Grupo de Medios Corripio, definió como “una persona coherente en lo que pensaba y escribía. Es una muerte irremplazable, tras señalar que tuvo una cercanía con Aristófanes durante los últimos años”.

"Él siempre escribió lo que pensaba, cosa que parece simple, pero no es frecuente, ni en el periodismo, ni en la vida de los seres humanos", y mantenía su coherencia al margen de la conveniencia personal y de intereses económicos. Aristófanes fue un ejemplo para de lo que debe ser un periodista en la República Dominicana”, testimonió don Pepín Corripio.

Leonel Fernández, quien también asistió a la Funeraria Blandino para expresar sus condolencias a los familiares del fenecido periodista, destacó sus virtudes, su verticalidad y su honestidad en el ejercicio periodístico, mientras que el exvicepresidente Rafael Alburquerque lo definió como un gran periodista, articulistas y compañero.

Marino Mendoza, exdiputado y exjuez del Tribunal Superior Electoral (TSE), consideró que “el país perdió un gran hombre”, señalando que Aristófanes “era un periodista fuera de lo común”. Los familiares agradecen, asimismo, las opiniones de los escritores Diómedes Núñez Polanco, Manuel Núñez, Rafael Lantigua, Federico Gratereaux, Miguel Franjul, Osvaldo Santana, Juan Manuel García, Radhamés Gómez Pepín, Víctor Livio Cedeño, Vinicio Castillo, Rubén Bichara, Reynaldo Pared, entre otros muchos.