Publicidad para educar

“A nadie le faltan fuerzas… sino voluntad”. Víctor Hugo.

La Lotería Nacional, la amiga del pobre y del rico, como rezaba un slogan suyo de hace muchos años, en vez de desarrollar campañas para incitar al juego, para promover esperanzas de bienestar mediante sus sorteos, debería orientar esos recursos a elevar la educación de los dominicanos a través de campañas socialmente útiles a la gente y a su propia imagen institucional.

Con ese presupuesto se podrían desarrollar campañas para enseñar a la población a no lanzar basura y desperdicios en calles, ríos, mares y océanos; a lavarse las manos antes de cada comida para evitar enfermeda des; a usar correctamente los carriles de las carreteras para no entorpecer el tránsito; a comer saludablemente para no enfermar; a escuchar música sin provocar contaminación sónica ni molestar a vecinos; a respetar los parqueos ajenos para evitar confl ictos; a respetar las señales de tránsito; en fi n, a implementar esfuerzos publicitarios que sirvan para mejorar la sociedad. A los dominicanos nos hace falta educación. Por tanto, cualquier esfuerzo orientado a mejorarnos, sería bienvenido.

Las instituciones públicas que no tengan tanta urgencia en publicitarse para competir en el mercado, como es el caso de la Lotería Nacional, así como otras con igual estatus, deberían reorientar su comunicación hacia objetivos de bien social que ayuden a mejorar nuestra convivencia. El Ministerio de Educación está ejecutando una campaña en contra de lo que antes era acoso y ahora es bullying (acoso, en un mejor uso del idioma) en las escuelas y eso habla muy bien de su preocupación por corregir asuntos que perturban la escolaridad.

Es un ejemplo maravilloso de que los recursos económicos se pueden emplear en publicidad que ayude a mejorar a la sociedad y deshacer entuertos. La empresa Manuel Arsenio Ureña está pautando una campaña publicitaria con alto sentido de responsabilidad social que procura promover valores que van desde las simples advertencias de tránsito, hasta la promoción del uso de las frases de cortesía.

Este tipo de esfuerzo establece una buena conexión con el público de estos tiempos, a las vez que deja ver el grado de sensibilidad de dicha empresa.

El Banco Central ha desplegado esfuerzos tendentes a educar en el orden económico y a hacer un uso racional de tarjetas de crédito, y esos esfuerzos son positivos para la población y para la propia reputación de la institución que los patrocina.

Animamos desde aquí a la Lotería Nacional para que reoriente su esfuerzo de publicidad abrazando una causa de utilidad social que nos haga mejores ciudadanos. El país sabrá valorarlo y aplaudirlo.