Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

EN LA RUTA

Apoyo total

La reacción dominicana, tanto la militar como la diplomática, luego de los incidentes registrados el pasado sábado en Elías Piña cuando soldados de nuestro ejército y efectivos del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza, repelieron una turba de haitianos que intentaron pasar hacia su territorio tres camiones cargados de cemento sin pagar los impuestos, fue correcta. Y es que la acción de nuestros vecinos resulta inaceptable en varias vertientes y desde cualquier ángulo que se mire. Primero en pretender cruzar mercancías sin el debido pago ni revisión; luego en desafiar la autoridad pretendiendo llevarse a la mala y bajo tiros dichos vehículos, y por último, que es lo más grave, intentar deformar los hechos haciéndonos ver a nosotros como los culpables.

Se sabe que en política y más aún en alta política, no hay lecturas inocentes, por eso el que haya sido el propio presidente haitiano, Jovenel MoÔse, quien a escasas horas de ocurrido el problema, sin contactar a las autoridades dominicanas ni tener ninguna prueba, se haya adelantado a acusarnos de violación territorial tiene bemoles preocupantes no tanto por el llamado a que hace a sus autoridades a “tomar medidas”, sino por el que pareciera que pretende hacerle a determinados sectores internacionales.

De ahí la importancia de la rápida intervención de los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores, Rubén Paulino Sem y Miguel Vargas Maldonado, respectivamente, quienes al explicar detalladamente las razones y las características de la agresión que por más de cinco horas sufrimos en el puesto fronterizo La Cadena, fijan nuestra postura de no permitir ningún tipo de violación a la integridad nacional ni a nuestro ordenamiento migratorio.

República Dominicana ha sido el mejor amigo y el mejor vecino que ha tenido Haití. Con una solidaridad y tolerancia que sobrepasa hasta lo razonable hemos sido propulsores de la necesaria armonía, pero es bueno que se sepa (quien sea que tenga que saberlo) que todo tiene un límite, que reclamamos respeto y que hay cosas que sencillamente son inadmisibles.

Las imágenes satelitales y los propios testimonios de los haitianos participantes certifican que los agredidos fuimos nosotros.

Tags relacionados