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ORLANDO DICE

Debate en Bloque Opositor

UNO: COMO COSA DE LA GENTE.- El problema de la reelección no es la reelección, sino la gente. La reelección entra y sale de la Constitución y no lo hace por medios propios. La desea el Presidente de turno y la promueve la gente, y lo hace de dos maneras. Una, posicionándose a favor, y otra, llevándole la contra. Aunque de manera extraña ambos extremos sirven a los fines de la reelección. Una encuesta de temas -de hace cierto tiempo-- determinó que la mitad de la población apoya la reelección, del mandatario que sea, y la otra mitad la rechaza, del gobernante que fuere. Entonces -políticamente-- da ventaja ponerse de un lado o del otro, y tal vez sea esa la razón de que nadie se quede al margen. La pasión acerca, distancia y, sobre todo, divide. La sola mención de la palabra produce un efecto contagioso. Unos buscan una vara para pescar en ese río de oportunidades y otros un garrote para rematar un pez que coletea fuera del agua. Nada más hay que observar el singular fenómeno: Lo que se critica adentro del PLD, como parte de la lucha de tendencias, se convierte en sensación afuera, creando una situación que confunde o desconcierta por el uso inadecuado de los escenarios...

DOS: EL AGENTE NUEVO.- Ahora resulta que después de tantos afanes para aprobar la Ley de Partidos, y antes de que se promulgara, se la denunció a viva voz y por escrito como un instrumento de la reelección del presidente Danilo Medina. La legislación entonces fue mala desde antes de nacer, y la inquietud que se daba en el PLD, ahora la asumen los partidos del Bloque Opositor. El hecho es interesante, pues no se trata tanto de combatir la reelección o negar las virtudes de la ley, sino de usar la circunstancia para descalificar al PRM. La legislación, como decía la semana pasada, se debió más al PRM que al PLD, y para Moderno lograr el cometido tuvo que zafarse del yugo que le imponían sus aliados de ocasión. Como los dejó en la estacada, y en cierto modo fuera de juego, se desquitan con infundio y perversidad. Dicen que el PRM a conciencia creó las condiciones para que Medina busque un tercer mandato consecutivo. Para que se reelija teniendo base legal para hacerlo. Aunque sin entrar en detalles, o sin precisar que no sería un tiro seguro, a lo más de carambola, y dependiendo más de movimientos internos en el partido oficial que de acciones consentidas por el principal grupo de oposición. La coincidencia entre Guillermo Moreno y Leonel Fernández da que pensar...

TRES: TORPE DISCRIMINACION.- La verdad que se estuvo jugando una pelota muy caliente y se hicieron diligencias impensables y acercamientos contra natura durante los días en que las discusiones parecían interminables. Ahora que el proyecto es ley se confirman los rumores, se conocen las conjuras y el resultado más que sorprendente. Uno más uno dio tres. Los políticos hacen creer que no pueden verse ni en pintura, y desde que tienen oportunidad de intercambiar, la estrategia de unos contribuye a la de otros. Se acusa al PRM de tratos con el gobierno, pero igual se dijo del PRM con Leonel Fernández. ¿Por qué el Bloque Opositor denuncia al PRM con el gobierno y no al PRM con Fernández? Igual conviene contestar, ¿cómo es que una reelección es mala y otra es buena si los aspirantes pertenecen al partido de gobierno? Las influencias de Fernández en el colectivo de oposición todavía dan de que hablar, eso de discernir entre ambos líderes debiera explicarse, pues no vale lo que a falta de pan, casabe. Debieron medirlos con el mismo rasero, y a la hora de considerar el proyecto y la circunstancia, hacerlo en atención a sus propios intereses. ¿Puede el PRM involucrarse en una discusión sin fin con sus antiguos aliados, cuando el propósito de estos es descalificarlo para ocupar su lugar?...

CUATRO: HOMBRE ADENTRO.- Los conocedores de las interioridades del Bloque Opositor, y las discusiones mantenidas por sus integrantes en las últimas semanas o días, aseguran que Leonel Fernández tuvo mejor ambiente que Danilo Medina. Como todo tiene explicación, razón o motivo, atribuyen la situación a la presencia de un agente especial que en vez de abogar por la suerte de su partido o del conjunto, abogó por la causa de Fernández. Igual se piensa que destacados miembros del colectivo fueron funcionarios en los gobiernos de Fernández y que rompieron con el PLD cuando Medina llegó al poder. Sería, por vía de consecuencia, un desquite. Cobrar políticamente de manera retroactiva. Tú no me quisiste, yo tampoco. Lo preocupante ahora es que el PRM queriendo quitarse el estigma de encima, pierda el sentido de las cosas y actúe, ya no en función de su propia línea política, sino para cubrirse o desmentir a posteriori el infundio. Ninguna sobreactuación tiene éxito en teatro, y lo mismo puede decirse en política. Lo natural fluye y convence. El lamento por demás no debiera afectar, pues ¿de qué sirven o aprovechan las relaciones políticas en un tiempo que rápidamente se vuelve electoral? El PRM lo sabe ahora, pero pudo saberlo antes: esos grupos no van a apoyar a sus candidatos sencillamente porque se sienten en calidad y capacidad de competir con boleta propia...

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