Oposición con eficacia

UNO-GESTO, ACCI”N, NO PALABRA.- Comentaba en estos días que la oposición al gobierno no se anuncia, simplemente se hace como lo más natural, consustancial con la democracia. Oposición no es una palabra, es gesto, es acción. Lo que sí conviene es preparar las fuerzas, elaborar una estrategia y ejercer la oposición con eficacia. Que el gobierno se de cuenta del contrapeso. Que la población sienta la protección. Aquí, y es un mal viejo, la oposición deja que desear. Con potencias menguadas y precaria inteligencia no llega a la esquina y menos sale a camino. La experiencia del pasado miércoles lo ilustra todo. La oposición, que se supone asume el PRM, no pudo lograr que la Cámara de Diputados nombrara una comisión para indagar en las cuentas del gobierno y el brasileño Joao Santana. La mayoría del PLD votó en contra y Moderno se quedó como Perico en la estacada. Todas las maldiciones del mundo, sin advertir el hecho cierto de que con apostrofar no se gana nada y se resuelve menos. La caída del miércoles fue una más, no la única, pues a decir verdad los intentos o actos fallidos es una larga cadena...

DOS-CONSUMIÉNDOSE EN SU SALSA.- Lo sucedido el pasado miércoles en la Cámara de Diputados fue un consumirse en su propia salsa, y no hay dudas de que la dinámica de la política sacará el caso Joao Santana de la palestra. Otras situaciones reclamarán la atención pública, además de que se aconseja no atender dos cartones al mismo tiempo, pues se corre el riesgo de perder oportunidad y fichas. Ese atender un cartón a la vez provoca olvido en los interesados. Lo acontecido no es nada nuevo, es lo mismo de siempre. Esa mayoría que venció a Faride Raful y compartes, o al PRM en su conjunto, es la que a cada momento aprueba préstamos que desbordan la economía, que se critican, pero contra los cuales no se puede hacer nada. Como si se tratara de un designio superior o de un fatalismo. Igual esa mayoría es la responsable de que la presidencia de la Cámara de Diputados se las turnen peledeístas. La contraparte no tiene manera de agenciarse una fuerza que sea capaz de desplazar de ese mando a los oficialistas. Impedir empréstitos posiblemente sea más beneficioso para el país que transparentar los tratos de Santana con la administración de Danilo Medina. O pudiendo una cosa, también la otra. La desgracia por tanto es mayor...

TRES- NO SIEMPRE FUE ASÍ.- Lo interesante del caso es que el PLD no siempre tuvo mayoría en las cámaras legislativas, ni en la de diputados ni en la de senadores. Esa fuerza que hoy domina ambos extremos del pasillo se diligenció a partir de una experiencia amarga, una experiencia de impotencia. La historia uno la cuenta y la repite, pero al parecer es una noción difícil de aprender. El gobierno del PLD encabezado por Leonel Fernández advirtió que la correlación de fuerzas existente, con predominio del PRD, afectaba sus intereses. Que el contrapeso era tan fuerte o determinante que obstaculizaba el desempeño del Ejecutivo. Entonces se tomó la decisión -como tarea fundamental- de alterar o cambiar ese orden de cosas. Las siguientes elecciones congresuales fueron asumidas como nacionales, como si el poder Legislativo fuera tan importante como el Ejecutivo. Desde entonces la sintonía es perfecta y el gobernar es un coser y cantar. Cada iniciativa de ley en que el gobierno tiene interés se aprueba volando. Además del blindaje ante las ocasionales embestidas de oposición, como se comprobó ahora con la fallida comisión. Los peledeístas juegan con todo, menos con dominio y poder...

CUATRO- ASUNTO DE CÁMARA.- El PRM, teniendo en cuenta la experiencia del pasado miércoles, debe repensarse y no solo considerar la posibilidad de hacerse con la presidencia de la República, sino también de predominio en las cámaras. Que si no logra una, le quede la otra. Incluso corresponder a las cábalas. El fenómeno del 1998, cuando como PRD barrió en las congresuales, fue tan importante que replicó en las presidenciales del 2000. Entonces fueron separadas, ahora serán juntas, pero en todo caso conviene que haga un esfuerzo en que el renovado arrastre llene su cometido. Muchos de los inconvenientes de la pasada convención, en el interior del país, podrían repercutir en los escrutinios que se avecinan. Las líneas bajadas por los jefes de tendencia, a favor de su gente, no permitió el libre desarrollo de los liderazgos locales. La idea era posicionarse en el partido y en su condición de dirigente pretender un puesto de elección popular. Desde fuera -se entendió y se sigue entendiendo- se hace más difícil figurar en la boleta. Contar con la confianza del líder, incluso ser leal, no garantiza ascendiente ni da seguridad al momento de comparecer ante el electorado. Y no sirve de nada postular a quien no tiene forma de ganar. En política no vale la filosofía olímpica de participar...