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CONTANDO LOS HECHOS

Confesiones de un publicista

Recientemente, tuve la oportunidad de leer unos artículos publicados por el viejo amigo y publicista Efraín Castillo. Se referían al icónico libro de la publicidad mundial “Confesiones de un Publicista”, o con su título original “Confessions of an Advertising Man” de David Ogilvy. Este libro fue publicado originalmente en 1963.

El año 1963, fue en el que yo inauguré Radio Universal e inicié el seguimiento a los peloteros dominicanos profesionales de Grandes Ligas. Como es sabido, esas transmisiones resultaron sumamente exitosas, ya que los dominicanos tuvieron la oportunidad de seguir con todos sus detalles las carreras de Rudy Hernández, Juan Marichal, Felipe Alou, Mateo Alou, Julián Javier Osvaldo Virgil, y el Mulo Jiménez, dominicanos que estaban activos en el inicio de esa temporada. Después del éxito alcanzado, al final de la temporada, me pregunté: ¿qué podríamos hacer el próximo año, 1964, para mejorar lo ya logrado? Me contesté inmediatamente: Como los juegos que hemos transmitido en esta temporada han sido todos recreados, recibiendo la información por teletipo, el paso de avance siguiente deberá ser, ir a transmitir en vivo y directo una serie de tres o cuatro juegos, cada mes, en la que esté Marichal con los Gigantes e idealmente otro equipo en que también haya otro pelotero dominicano.

Dentro de estas circunstancias, en la temporada de 1964, los Gigantes de San Francisco venían a Nueva York a enfrentar a los Metros. Esto ocurriría en el mes de mayo. Ya en Nueva York, junto a Billy Berroa, resultaba mandatorio caminar por Broadway, el Parque Central, la 5ta Avenida y su Rockefeller Center. En el pasillo que baja de 5ta Avenida hacia del área de patinaje del Rockefeller Center, descubrí dos sitios que me resultarían muy útiles: La Librerie Francaise, donde podía comprar los últimos discos de la música popular francesa, incluyendo los de Charles Aznavour; y la librería Rizzoli, donde podía comprar los últimos discos de la música popular italiana.

En la próxima esquina hacia el Sur encontré la librería Barnes-& Noble. Ahí me llamó la atención el gran despliegue que tenía el libro de David Ogilvy que venía ocupando el primer lugar de los libros más vendidos según el New York Times, durante los últimos meses. En esa época yo tenía una cercana relación con Damaris Publicidad, luego convertida en Young & Rubicam Damaris, cuya propietaria, Damaris Defilló, era una de las principales publicistas del país y yo sabía que ella hablaba inglés. Compré el libro para regalárselo, y lógicamente, lo leí antes de entregárselo. Ella me mostró gran aprecio al recibirlo ya que estaba enterada del gran éxito que tenía ese libro. Cada vez que volvíamos a Nueva York, yo hacía la ruta descrita y siempre encontraba algo nuevo para llevar. Yo también comencé a usar la frase: ”I Love New York”.

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