De nuevo Catalina...

Cual si fuese el cuento de nunca acabar, y tendente a acrecentarse a medida se aproxima su fecha de culminación, algunos sectores reinciden en sus ataques a la central termoeléctrica a carbón mineral Punta Catalina que se levanta en la provincia Peravia.

En la ocasión el cuestionamiento apuntó a la supuesta falta de recursos para su culminación, la que por cierto está en más de un 93 por ciento, así como una serie de interrogantes en cuanto a su viabilidad y eficiencia. Argumentos manidos y que han sido parte del rosario de descalificaciones que a veces de índole políticas, económicas, personales o las tres juntas, han estado bombardeado al proyecto desde su inicio hace más de tres años. Mezquindades que han creado entornos mediáticos de conjeturas, no exentos de daños y consecuencias, y con las que ha tenido que lidiar el proyecto tanto dentro como fuera del país. Sin embargo, y para beneficio colectivo, las centrales a carbón avanzan sin contratiempos manteniendo su fecha de encendido, pautada para finales de este año. Afortunadamente ante cada atisbo embustero ha habido una respuesta verificablemente contundente, que en el caso actual han sido las garantías dadas por el director general de Presupuesto, Luis Reyes, sobre los fondos existentes para la conclusión de la obra al que se suma el respaldo externado por el presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, Campos de Moya, quien ponderó no solo la utilidad y conveniencia de la misma, de un carácter de simbiótico entre lo público y lo privado, sino también su alta calidad operativa y tecnológica. Con los 720 megavatios de generación, baratos y propios que aportará al Sistema Energético Nacional Interconectado, Punta Catalina es, y vale doblemente el término, uno de de los puntos luminosos del gobierno del presidente Danilo Medina cuya importancia empieza a verse aún sin entrar en operación a raíz de la escalada alcista en el precio del barril de petróleo Bajo el brazo ejecutor de la Corporación Estatal de Empresas Eléctricas Estatales, que dirige Rubén Jiménez Bichara, estas generadoras han sido una muestra de gerencia, compromiso y voluntad política para enfrentar el grave problema energético del país, algo que molesta y seguirá molestando a muchos tanto en la mente como en el bolsillo.