China designa Embajador en RD

En la fiesta de celebración del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República Dominicana, la directora de la Oficina Comercial, quien está encargada de la embajada, Fu Xinrong, dijo que la colaboración entre su país y el nuestro carecía de confines y que estaría más allá de las expectativas. Es un nuevo tipo de relaciones comerciales y diplomáticas que enmarca la señora Fu, ya que serían regidas por el concepto de ganar-ganar, que norman el mundo comercial. Llama la atención que sea un país socialista que reclama respeto al libre comercio y rechaza la guerra comercial. China Popular extiende sus lazos de cooperación internacional y llega hasta la República Dominicana tras muchos años de la desaparición de la Guerra Fría, y en un tiempo político en que la economía pugna entre las potencias. Fue un gobierno republicano en Estados Unidos el que conectó la nación asiática con Occidente y otro el que calienta los vínculos poniendo tensas las relaciones internacionales.

El gobierno de Donald Trump salta de un cuadrilátero a otro y su peculiar estilo de gobernar quiere devolver a Estados Unidos el brillo, que merced a sus políticas agresivas, ha ido perdiendo. El singular político-empresario impone normas que podrían ser de beneficio para su país. El tiempo dirá, pero la artillería impositiva de esta guerra comercial dejará daños colaterales entre los productores y consumidores norteamericanos. En nuestro país era recurrente escuchar a economistas y hombres de negocios reclamar el flujo fácil de las mercancías con impuestos bajos para beneficiar a los consumidores. Muchas de esas voces están calladas por el espanto. El discurso norteamericano ha cambiado y los confunde. Entre tanto, en el ámbito de la celebración del establecimiento de la relaciones dominico-chinas, la señora Fu anunciaba planes de cooperación sin límites, proyectos de obras, ejecutaba donaciones, viajes de intercambio y políticas de respeto a la autodeterminación de los pueblos.

El mundo está al revés. China trae un ingrediente distinto. No es la guerra ideológica del pasado sino una oferta en base al intercambio comercial sin injerencia política. El gobierno dominicano ya nombró embajador en Beijín y creado una oficina que desde el Palacio Nacional se encargará de las relaciones. Aún no he confirmado que China escogió como su embajador a Zhang Run, un especialista en América Latina. Los obuses impositivos que se disparan EU-PCCh pasarán por encima de República Dominicana.