Dinero, poder y placer

A mi mente viene esta oración que podemos elevar a Dios. Es una oración que nos invita a que podamos realizar en la vida ese deseo de poder mantenernos firmes en la vida frente a lo que nosotros encontramos que nos hace daño, que nos afecta, que nos lleva a vender nuestra conciencia: “Líbranos Señor de dejarnos comprar por el dinero, el poder y el placer sexual”.

Siempre lo he repetido tantas veces y lo seguiremos repitiendo todas las veces: el hombre o la mujer de mayor peligro que existe en la historia, es el hombre o la mujer que no se deja comprar por el dinero, ni por el poder, ni por el placer sexual. Hay que mantenerse astuto, como dice el Papa, para poder librarnos de esto: dejarnos comprar por el tener, el poder y el placer, y todavía más, cambiar esas tres cosas por Dios.

Hay personas para los cuales su dios es el tener, el dinero; su dios es el poder; su dios es el placer, y sirven solamente a esa realidad, y no cualquier placer, solamente el placer que lo deja todo, el placer sexual.

Por eso, una vez más, líbranos Señor de dejarnos comprar por el tener, el poder y el placer.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.