Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

SONDEO

Modernizar

Avatar del Listín Diario
Luis Encarnación PimentelSanto Domingo

El problema del tránsito vehicular y del transporte de carga y de pasajeros en el país no es tema nuevo para los dominicanos, pero el alto grado de desorden, de costos y de ineficiencia progresiva que acusa, lo convierten en un serio dolor de cabeza y en una amenaza permanente para todos en distintos órdenes. Es algo a lo que no se le puede dar más largas y que el Estado, desde este y el equipo gubernamental que le suceda, debe encarar con toda responsabilidad, sin reparar en costos ni en presiones de intereses envueltos. Es una cuestión de intereses general, que amerita toda prioridad. Los tapones, la contaminación medioambiental, la pérdida de tiempo y consumo innecesario de combustible en los embotellamientos en calles y avenidas no pueden ser mayores y perjudiciales. Pero no tienen solución con las medidas heroicas y prácticas que buscan las autoridades, porque la realidad es que en las vías ya no caben más vehículos, hay una desproporción de estos circulando en un mismo espacio. Hay que sacar carros y “voladoras” de las calles, y camiones con conductores temerarios de las ciudades y de las carreteras, implementando un sistema masificado y moderno de transporte de pasajeros y de carga. Ahí, solo ahí, encontraríamos la solución que necesitamos, con urgencia. Los industriales, en la persona de Campos de Moya, han dado la voz de alarma, ante un aumento de la tarifa de transporte hecha por los directivos de FENATRADO, debido al alza en el costo de los combustibles. El presidente de los industriales advirtió que “un aumento en la tarifa del transporte de carga significaría un aumento del costo de la vida en el país de forma trascendental”. Al pedir y motivar que el gobierno “modernice el transporte en el país”, recordamos el ambicioso proyecto del ferrocarril de carga y de pasajeros denominado Juan Pablo Duarte que llegara a anunciar el expresidente Leonel Fernández, partiendo desde Punta Cana, recorriendo las llanuras del Este, conectando toda la región con los puertos de La Romana, San Pedro, Boca Chica y Haina, y desde allí, con todo el corazón del Cibao, “convirtiendo a la República Dominicana en un modelo internacional de desarrollo de transporte interurbano”. La idea -de seguro todavía en pie- era la de “subir a todos los dominicanos en el tren del desarrollo y el progreso”. Se pensó en aprovechar el desarrollo turístico de la región y desplazar a los visitantes en el moderno ferrocarril a otras localidades, especialmente a Santo Domingo, por donde se inicio el encuentro entre dos mundos, convirtiéndolo de esa manera en un centro histórico y cultural por excelencia. Entonces... ¡Manos a la obra!

Tags relacionados