¿Rompiendo la taza?

La oposición estuvo peleando en pareja (o en grupo), pero ahora, y a propósito de la carta del presidente Danilo Medina, parece que no. Por lo menos tres de los partidos pequeños, incluyendo uno inorgánico, se fueron alante y solos.

¿Qué pasó ? ¿ Acaso se asomaron a la fiesta y vieron que ahora no habría rumba abierta y abandonaron la pista, o como siempre, y volviendo a su condición original, prefieren seguir siendo cabeza de ratón antes que cola de león? Se les trató de igual a igual, y eso fue mucha generosidad, y creyeron que tenían a Dios agarrado por una mano. La verdad, sin embargo, es otra. Los más grandecitos tienen dificultades adentro que ellos nunca tendrán, pues son negocios de único dueño.

Los reformistas no pueden con su alma, pues entre los disidentes y el Tribunal Superior Electoral no les queda espacio ni tiempo para dormir. Menos para soñar con que pueden pegar a Danilo Medina y al gobierno contra la pared, y al mismo tiempo enredar en las cuerdas del cuadrilátero a Leonel Fernández. Los perremeístas, aunque tienen olla grande, se pasaron de fuego y ninguno se atreve a remover los tizones. Y por si hiciera falta, con la excusa de los vicepresidentes se quiere avivar la candela con gasolina, a pesar de lo cara que está…

ASUNTO DE SAZÓN.- La pura verdad fue que hubo desacuerdo. Se presentó un documento a la consideración del Bloque, y en una junta de cocineros se llegó a la conclusión que el sazón estaba muy cargado, exceso de orégano y pimienta, y que así era difícil preparar un plato digerible en una mesa tan diversa. El grupo es tan variopinto que los extremos se tocan. Nada es tan admirable como ver a Minou Tavárez sentada y compartiendo con Vinicio Castillo como camaradas en el café Puskin. Y menciono a Tavárez porque fue la más enconada, la más intransigente, la menos concesiva. Al parecer, Luis Abinader se resistió a publicar un documento en que se llamara mentiroso al presidente Danilo Medina, y tal vez esa sea la razón por la que se le critica en El Documento de los Tres. Lo cierto era que resultaría contraproducente calificar de falsa a una persona con la que iría a dialogar.

Sería una forma poco elegante, de dar con la puerta en las narices.

Que era más o menos lo que procuraba Tavárez, que el Presidente se fuera con su música a otra parte, y la oposición seguir el plan inicial de derrotarlo o humillarlo en la Cámara de Diputados. Esto es, que la Ley de Partidos no fuera por consenso, sino por avasallamiento. Existe el libro impreso, pero la gestora de Opción Democrática prefirió leer la edición Kindle…

ÉXITO EN POLÍTICA.- El buen desempeño o el éxito en política dependen de la buena lectura del momento y de la circunstancia.

Nadie conoce el destino por anticipado y no se sabe en qué terminará la Ley de Partidos. Lo que sí está claro es que desde que Leonel Fernández y Luis Abinader reaccionaron favorables a la carta del presidente Danilo Medina, la situación no es la misma. Ni en el PLD, ni en el PRM, ni en la Cámara de Diputados. La comisión que estudia el proyecto entendió el cambio, o de tono, o de clima, o de ambiente, y dejó el chisme sobre la mesa. Nada está solucionado, pero la misiva, como si fuera el bolero, es un motivo.

Para hablar o buscar una salida que sea de consenso y no de confrontación. El presidente de la Cámara así lo ve, y lo dijo, por lo que de seguro no convocará hasta que haya un amarre. Pero hay lo siguiente. Desde que Leonel Fernández acoge la sugerencia de Danilo Medina, y Luis Abinader de aceptar a dialogar, y se sabe que Hipólito Mejía no se cierra a banda con nada, La Trama del Jueves cae por su propio peso. No hay necesidad de desquite ni de palo acechado, si los diputados de Medina, que incluyen los de Miguel Vargas, van de la mano con los de Fernández, Abinader y Mejía. Ninguna coalición puede ser tan fuerte y decisiva…

CHICHARRONES APARTE.- Se supone que desde la semana pasada o durante el fin de semana hubo acercamientos entre partidos o entre dirigentes, o jefes de tendencias. Igual hay que pensar que se afinaron ideas y se trabaja en la elaboración de un protocolo que viabilice el propósito. El hecho de que se resistieran o rechazaran las posiciones extremas, y se abriera otro espacio de discusión (o de negociación), favorece el entendimiento. Que se dejara la pelusa también aplica. No siempre el populismo da la mejor tónica, y se reservaron asientos que se sabía nunca serían ocupados. Entre menos se toca a más y se anda con más prisa. La gente no lo sabe, pero las experiencias anteriores, y fueron varias, eran para reírse. A falta de temas, cada cual hablaba del asunto de su preferencia, y era una corte de lo más animada, pero también cómica. Una vez se discurrió sobre la excelencia de los chicharrones, y uno de los contertulios, no solo conocedor, sino criador de cerdos, prometió llevar al próximo encuentro una muestra del producto de su granja. Fue una de las tenidas más interesantes y gustosas, pues hasta se habló del bastimento. Si con casabe o yuca, de la misma procedencia, hasta que alguien defendió con gallardía al guineíto salcochado. Desgraciadamente no se dio la comilona, pues esa fue la última reunión de esa etapa…