Santo Domingo 21°C/21°C clear sky

Suscribete

FUERA DE CÁMARA

Siria: ¿para dónde va?

José Café me remite una colaboración sumamente interesante sobre Siria y el proceso escabroso en que se halla inmerso. Invito a su lectura: De acuerdo con un editorial de Fox News, desde los inicios de esta década Siria está envuelta en una guerra civil. Existía un grupo rebelde, considerado moderado por Washington, luchando por sacar al presidente Bashar al-Ásad del poder, pero disponía de un arsenal precario y estaba perdiendo por goleada.

Como USA siempre asume una posición, determinó que al-Ásad tenía que irse. Las razones son humanitarias porque muchos civiles siguen muriendo y, sobre todo, por la presencia soviética e iraní con equipamiento bélico y tropas, consideradas limitadas hasta ese momento. Esa postura fue secundada por Arabia Saudita, Jordania e Israel, sus mejores aliados en el Medio Oriente.

Entre finales del 2012 y principios del 2013, USA se metió en esa conflagración apoyando a los rebeldes a través de la CIA. A la operación se le llamó Timber Sycamore y era secreta. Pensaron que lucharían con ventaja hasta derrocar al régimen para luego imponer un gobierno a su imagen y semejanza.

En alianza con Arabia Saudita y Jordania estructuró el plan de ataque. Arabia Saudita suministró el dinero para comprar las armas y todo lo necesario para la incursión y Jordania ofreció su territorio para que la CIA entrenara a los milicianos.

Una vez preparados fueron enviados a Siria. La operación fue aprobada por Barack Obama en secreto y sin consultar al Congreso.

Aunque al principio se oponía por temor a que las armas fueran a parar a manos de los terroristas, al final Israel y Jordania lo convencieron de proseguir con plan.

A USA le iba bien, pero… Una vez en el terreno, les fue bien a los rebeldes, inicialmente, causándole más de 100 mil bajas al ejército sirio. Su avance fue tal que hasta se llegó a pensar que tenían la guerra en la nevera, pero Rusia e Irán comenzaron a dotar a al-Asad con armamentos y tropas en gran escala logrando inclinar la balanza a su favor.

En Julio del 2017, considerando que las tropas norteamericanas destinadas para combatir a los terroristas habían cumplido con su misión, Donald Trump anunció su regreso a casa.

Con la derrota de los rebeldes, el presentimiento de Obama se cumplió a cabalidad. De varias maneras, las armas han ido llegando a los terroristas. Mejor dicho, están cacheteando a USA con su propia mano.

El año pasado, Donald Trump aprobó un ataque con misiles contra una base militar siria porque supuestamente el gobierno había usado armas químicas contra la población civil de la ciudad de Homs, pero nada ha cambiado. Al contrario, según observadores, ha habido unos 20 ataques más mientras Rusia e Irán no paran de abastecer al régimen con armas y soldados.

La última y supuesta agresión tóxica se produjo la semana pasada. Entonces, Donald Trump presagió represalias y Rusia prometió interceptar sus misiles.

Un show de fuegos artificiales… Efectivamente, el viernes 14, más inteligente que en el tuit, tan rápido y luminoso como una tormenta eléctrica, y tan majestuoso e imponente como una galaxia de fuegos artificiales, Donald Trump, escoltado por Francia e Inglaterra, autorizó disparar 110 misiles simultáneamente desde diferentes puntos del mar, tierra y aire de Europa, Asia y el Medio Oriente contra blancos militares sirios.

La sorpresa anunciada fue tal que dejó a Rusia engrifada sin ninguna posibilidad de reacción.

Mejor aún, no hubo ni un solo muerto. Por segunda vez Donald Trump pasa la prueba de Comandante en Jefe, pero no le sirve de mucho. El conflicto ha llegado a un punto de no retorno para USA. Un fracaso más de su política exterior.

Tags relacionados