Santo Domingo 24°C/27°C broken clouds

Suscribete

PANCARTA

Cristalino a plenitud, verde y democrático

Avatar del Listín Diario
Raúl Pérez Peña (Bacho)Santo Domingo

Durante más de un año, el movimiento Marcha Verde ha sido cristalino a plenitud en sus movilizaciones multitudinarias reclamando a viva voz que cesen la corrupción y la impunidad imperantes.

En diversos mandatos, el PLD ha dejado el rastro de una administración pública corrompida hasta el tuétano, imposible de ocultar.

Se llena un listín y todos los diarios impresos dominicanos citando escándalos de corrupción, y sobran datos para tupir los medios digitales.

El “último cuplé” lo escenificó la Cámara de Cuentas, que empeoró su embarre al intentar limpiarse.

En el Palacio actúan como si fueran suyos los recursos públicos. De ahí el alza descomunal en gastos en nóminas, nominillas y otros capítulos con o sin comillas, más una caterva parasitaria de viceministros y asesores sin oficio, otra beta de la corrupción al por mayor y detalle, publicada con pelos y señales en la televisión.

Ese latrocinio, agravado con la impunidad purulenta, más el escándalo apestoso de Odebrecht, integran la traumática mancha morada, que hizo brotar el parto social de Marcha Verde.

Marcha Verde es democrática y cristalina a plenitud, sin protocolo que la empañe o le enrede la cabuya con cúcara-mácara.

Es contradictorio hablar de transparencia (nacional o internacional) y no actuar translúcido en Marcha Verde so pretexto de protocolo.

Mañana, marzo 25, debe resplandecer Marcha Verde y su translucidez de origen, como merecen cientos de miles de dominicanos movilizados clamando justicia contra los corruptos y punto a la impunidad.

Es hora de redactar, introducir y establecer un nuevo protocolo, inmune a todo “virus informático” (tipo “protoloco”), que pueda arriesgar o alterar el verdor primaveral de Marcha Verde.

Lo malo del presente es lo bueno que se pone, resultando fallido el mareo múltiple en marcha.

Ese mareo favorece a sus promotores, porque distrae y desvía la atención pública. Pero tiene el riesgo del “boomerang”, que emerge ocasional y parcialmente contra sus creadores, haciendo “flotar” temas desfavorables a su misión de origen. Esto le sucede mucho al gobierno, por estar acorralado.

Tags relacionados