Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

ORLANDO DICE

Convención del PRM

SALIÓ PERFECTA.- La Comisión Nacional Organizadora pudo haberse planteado desde el principio lo que el dominicano común hubiera entendido bien. “No importa que nazca ñato con tal de que respire”. La convención respira, está viva, pero habla ñato, y hay que hacer esfuerzo para comprender lo que dice. Igual, a nadie sorprende, pues todas las ocurrencias fueron previstas y no se hicieron diligencias suficientes para evitarlas o corregirlas. Al contrario, se hizo lo que no debe hacerse. Propaganda cuando lo que se imponía era trabajo y publicidad. Todavía, con el muerto arriba, pierden su tiempo pintando pajaritos en el aire. Lo que significa que no se hará una evaluación justa del proceso y los errores, si admiten algunos, serán atribuidos a la mezquindad de los adversarios. Que nadie diga que en la consulta del pasado domingo hubo problemas, porque no los hubo, todo fue perfecto, el PRM pasó la prueba con las mejores notas y a partir de entonces es el principal partido del país. El único con padrón, con primarias abiertas y con un resultado que enorgullece a la democracia. Las quejas o las querellas que puedan darse u originarse serán las propias de cualquier escrutinio en República Dominicana y que -incluso- tiene nombre propio y reconocido. Derecho al pataleo..

OLVIDO SIN PENA.- La convención del PRM será olvidada pronto, pues no conviene agitar más de la cuenta y el dominicano no juega con Semana Santa. Además, y es el elemento más importante, los grupos hegemónicos lograron su propósito. José Paliza en la presidencia y Carolina Mejía en la secretaría general. Empiezan los escarceos respecto a que la votación de Paliza supera la de Mejía, pero se supo desde el principio que el voto no era único o mecánico, y que hubo seguidores de Hipólito Mejía y de Luis Abinader que se resistieron a la fórmula y militaron en la disidencia. Pero está Paliza, y está Mejía. Diferente fuera o habría sido si gana uno y no la otra, y viceversa. De lo que se habló en determinado momento, cuando la lucha tomaba calor y las alarmas se disparaban. No obstante, se cumplió el acuerdo, y la experiencia de democracia dirigida habrá de tenerse en cuenta más adelante. Hubo desgarramiento, como es normal en una competencia, y de seguro los candidatos perdidosos dirán cosas de las que después se arrepentirán. Geanilda Vásquez, por ejemplo, reaccionó con indignación y en nota dirigida a sus colaboradores de campaña denuncia y descalifica a la Comisión Nacional Organizadora. Aunque de ella no podría esperarse otra actitud, ya que fue firme demandante de mejores condiciones y nunca fue complacida en sus reclamos. La mujer que lucha sola, sola se queda...

MUCHO DECIR.- Al rábano no le gusta que lo agarren por las hojas, y algo parecido está sucediendo con la convención del pasado domingo. Todos saben que el vaso no se rebozó, pero se discute si medio lleno o por la mitad, como si tratara de un juego de palabras. Por ejemplo, se afirma que votó el 75 % de los inscritos. ¿El 75 %? El 75 % de 523 mil es mucha gente, y no solo no se vieron grandes aglomeraciones, sino que en demarcaciones importantes fue suspendida la convención. Habría que pensar en una votación del ciento por ciento, y se hace cuesta arriba que la convocatoria fuera tan exitosa. Fácil, solo habría que recapitular y analizar el sufragio de la contienda en que Hipólito Mejía y Luis Abinader se enfrentaron de manera directa y personal. Entonces se disputaba la candidatura presidencial. No es verdad que una militancia arreada, como fue ahora, iba a votar más copiosamente que la ocasión anterior. Ahora fue una convención ordinaria, la precedente fue extraordinaria. Conviene aguantarse la boca y no decir cosas iguales, pues en la exageración, en lo indebido, está el riesgo, el descrédito, el peligro. Hubo lo que hubo, y en nada aprovechan los efectos especiales. La Comisión Nacional Organizadora no debe acreditarse más de la cuenta. Ella no compitió y el triunfo no debería corresponder a ello, sino al partido. Al cual sirvió y deberá agradecerle...

CLAVES OCULTAS.- Cuando sea de lugar y se conozcan los resultados a nivel nacional, y no solo de presidente y secretario general, sino vicepresidentes y subsecretarios, o lo mismo presidente y secretario general en cada municipio, se tendrá una contabilidad más acabada y de mayor interés. Con ese papel carbón podrá, ya no calcular, sino calcar la realidad interna. Cuál de los grupos queda en mejor situación, si el de Hipólito Mejía o el de Luis Abinader. Lo del padrón y la convención tenían distintas finalidades, y una era hacer tabla rasa, partir de cero. Los equipos de Mejía se ocuparon de registrar su gente y a lo mismo se dedicaron los núcleos de trabajo de Abinader. Se tenía la idea, o el convencimiento, de que Abinader superaba a Mejía, pues ganó la contienda pasada. Con la plataforma nueva se suponía que partían de igual a igual, y fueron muchas las correcciones que se hicieron para evitar ventajas indebidas. Ahora, al acostarse las palomas, se verá quién predomina, si Abinader o Mejía. Y ese dominio de instancias menores será clave en el próximo y superior escrutinio. Por ejemplo, por lo bajo se proclama un 80-20, y un 80-20 traerá problema, pues ninguna nave va a salir de puerto con un mar tan picado. Mucho más si se considera que Mejía es un hombre de tierra adentro, y si se asoma al agua, será en la orilla de un río...

Tags relacionados