Acero y aluminio

El presidente Donald J. Trump, cumplió su promesa vertida una semana antes de imponer una sobre tasa arancelaria a las importaciones de acero y aluminio. Trump firmó un Orden Ejecutiva estableciendo un 25% de sobre tasa arancelaria al acero y un 10% al aluminio que provengan de fuentes extranjeras. La media busca proteger a la industria norteamericana de acero y aluminio y a la preservación de empleos.

La disposición fue rechazada por China, la Unión Europea, Canadá, Alemania, Corea del Sur, Indonesia y otros importantes productores de estos metales quienes -algunos de ellos- han amenazado con represalias contra las exportaciones a esos mercados de productos de fabricación norteamericana.

La media también provocó que el principal asesor económico de Trump, Gary Cohn renunciara a su puesto por estar en desacuerdo con el Presidente. Cohn, quien fuera presidente del conocido banco de inversión Goldman Sachs, era un fiero oponente a la medida proteccionista de Trump, y prefirió abandonar el importante cargo de jefe de asesores económicos de la Casa Blanca.

Dos de los países, sin embargo, que fueron exceptuados de las tarifas son miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, (conocido como Nafta, por sus siglas en inglés) El Nafta pasa por un momento de turbulencia ya que el propio mandatario norteamericano le ha hecho agrias críticas desde que empezó su campaña electoral y ha amenazado con abandonar el acuerdo comercial tripartito si no se llega a un acuerdo que satisfaga los intereses comerciales de Estados Unidos, como la que alega Trump, de que el Nafta debe tener una nueva versión actualizada y modernizada y de mayor equilibrio con los intereses estadounidenses. El Nafta fue firmado en 1994.

Trump también quiere construir un muro fronterizo de más de 3, 100 kilómetros de longitud que divide México de Estados Unidos, para detener el trasiego de indocumentados y el paso de drogas y personas con historiales criminales y de elementos identificados como presuntos terroristas por las agencias de seguridad norteamericanas.

La medida proteccionista también ha sido atacada por el senador republicano por el estado de Carolina del Sur, Lindsay Graham, en cuyo estado sureño se encuentra una de las más importantes fábricas extranjeras de vehículos de motor la BMW.

El influyente legislador ha dicho que combatir comercialmente a China, Estados Unidos debe hacerlo participando más en los mercados asiáticos como el caso del Tratado Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, en inglés) integrado ahora por 11 naciones, ya que la administración Trump decidió retirarse del mismo a pocos días de que Trump asumiera el poder el 20 de enero de 2017, y no imponiendo barreras arancelarias que perjudican la competitividad y el libre comercio.

Hasta ahora las alegadas amenazas de China y la Unión Europea de contraatacar la disposición de Trump con los aranceles al acero y al aluminio, no se han visto materializadas, ni de parte de China ni de la Unión Europea.

Sin embargo, hay que esperar cual sería el impacto real en el mercado de la metalurgia de las nuevas reglas en favor de la industria norteamericana del acero y el aluminio. EEUU produce el 2% del acero mundial.