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En la diana

Primer Tiro El primer tiro de la entrega de la semana pasada planteaba que “si el promedio mensual de ingresos en divisas al mercado cambiario ha subido a US$ 1,920.6 millones, si el balance de reservas internacionales netas del Banco Central es de US$ 6,776.8 millones (equivalente a 4.5 meses de importaciones, el más alto valor registrado en toda la historia de la institución emisora), entonces no tiene ningún fundamento, y carece de toda base empírica, la afirmación de que existe una escasez de dólares. Si a lo anterior se agrega que en la próxima semana ingresarían US$ 1,822.0 millones por concepto de colocación de bonos globales en pesos y en dólares, entonces tampoco tendrían fundamentos posibles expectativas de que la tasa de devaluación de la moneda nacional podría aumentar en los próximos meses, pues esos recursos cubren con creces los posibles efectos permanentes de un aumento de los precios del petróleo, quedando intacto los demás efectos positivos de la balanza corriente con el exterior registrado durante los últimos meses”.

Segundo Tiro La entrada de los recursos provenientes de la colocación de los bonos soberanos podría tener un impacto importante en la adecuación de la liquidez (Emisión Monetaria Ampliada) a las condiciones reales de la economía, y tendrá un impacto todavía mucho más importante en la reducción de la tasa de devaluación anualizada, la cual todavía no ha llegado al 4% contemplada en el Presupuesto en ejecución durante el cursante ano. Quizás sea necesario aclarar que los recursos de los bonos soberanos entran al flujo de caja del Presupuesto, lo cual significa que pasan a formar parte de la oferta de divisas, pues los gastos se ejecutan en moneda nacional. Quizás también sea necesario recordar que el Banco Central es el actor más importante del mercado cambiario, y que además de la Tasa de Política Monetaria y las operaciones de mercado abierto, la compra y venta de divisas también son operaciones orientadas a ajustar la cantidad de dinero y la liquidez general a las condiciones o fundamentos reales de la economía.

Tercer Tiro Hasta el día veinte del cursante mes el promedio del tipo de cambio presentaba una devaluación anual del 3.5%, muy por debajo del 4% contemplado en el presupuesto. Pero quizás el cálculo de la trayectoria de la presión cambiaria en el periodo comprendido entre el 31 de diciembre y la fecha actual permita ver con más claridad el panorama del mercado cambiario. Se define la presión cambiaria como la diferencia entre el tipo de cambio teórico que resulta de dividir la emisión monetaria entre las reservas internacionales netas y el tipo de cambio realmente observado en el mercado cambiario. Una vez calculada la misma, se obtiene que tanto utilizando la emisión monetaria restringida como la ampliada (estimada a partir de la fuerte reducción de los depósitos overnight del pasado día 16), el resultado es una fuerte disminución de dicho valor entre el 31 de diciembre y la fecha actual. En el contexto y el lenguaje del comunicado emitido por el FMI, el efecto de los bonos soberanos amortigua el impacto del aumento de la demanda temporal de divisas que produce el también temporal aumento de la liquidez y de los precios del petróleo. Ni más ni menos.

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