Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FUERA DE CÁMARA

Reformistas del 1994

Algunos siguen en la franquicia, pero sólo para lo que les conviene. Hablo de los reformistas que más de 20 años después siguen “achichonándose la frente” ante el Muro de los Lamentos -“llorando como mujeres lo que no supieron defender como hombres”-, para tratar de justificar la réplica inconstitucional de una reforma que le recortó dos años al último período de Balaguer y de paso le prohibió ser candidato en 1996.

La juventud de hoy no puede recordar bien todo aquello, pero se trató de un crimen a la democracia que sólo pudieron evitar los precedentes históricos y el desprendimiento de Balaguer, a quien casi todos los periodistas de la época apostrofábamos y exigíamos su salida del poder después de haber sido declarado ganador de unas elecciones en extremo controversiales que terminaron parejas entre las dos principales fuerzas contendoras.

La “fórmula mágica” para una salida a la crisis fue la convocatoria a nuevas elecciones dos años más adelante mediante una reforma constitucional mostrenca que validó los comicios en las instancias municipal y congresional. O sea, para el tramo presidencial las elecciones fueron fraudulentas, pero limpias y válidas para senadores, diputados, síndicos y regidoresÖ Todo eso, a pesar de que se trataba de los mismos votos solo que computados en instancias diferentes.

Esa reforma constitucional votada al último momento de vencerse el plazo para el acto de jura de las autoridades electas, estableció que el Presidente en ejercicio -el mismo Joaquín Balaguer declarado ganador de los comicios-, quedaba impedido constitucionalmente de participar en las elecciones adelantadas.

Lo que la oposición de entonces no previó -encabezada por el PRD y su cándido y candidato Peña Gómez-, era que habían entrado a jugar en terreno movedizo manejados por sabichosos políticos con cartas pre marcadas que previamente habían seleccionado a sus futuros aliados: el PLD, Bosch, Leonel...

Balaguer, el tiro de gracia Uno de aquellos dirigentes reformistas -el entonces jovencito Jimmy García Saviñón-, me escribe una cartita interesante que deseo compartir para, al final, concluir con este tema:

“Hola, César: Me deseo referir a un aspecto de tu columna de hoy, la del transitorio que impide la postulación en 2020 del Presidente Danilo Medina. En nuestra historia electoral y constitucional hay un precedente en ese sentido, el impedimento que le impusieron a Balaguer en 1994 para que no pudiera presentarse a las elecciones de 1996..0.

“... Y como ya hay precedente, y se cumplió, Danilo no puede violarlo a menos que se modifique de nuevo la Carta Magna, que ojalá intente hacerlo para que una a la mayoría del país en su contra; eso es lo que lo detiene, al igual que eso mismo detuvo a Leonel en el 12. Saludos, Jimmy García Saviñón”.

¿Reformistas que piensan? No creo que en el Partido Reformistas quede mucha gente que piensa. Pero si Jimmy sigue siendo reformista, él es uno de ellos, de los que piensan... Por eso encamina un caballo trotón por un lecho de rosas con la idea de que no quede un pétalo vivo...

Por supuesto, si aquella reforma constitucional de 1994 que impidió a Balaguer presentarse en 1996 dio origen a la “Era del PLD”, negarle vigencia a tal iniciativa sería la negación de la esencia de un esquema que tan buenos resultados le ha dado al partido de Juan Bosch.

Lo que Jimmy olvida es que tanto la reforma de 1994 como la de 2016, están ambas viciadas de ilegalidad en cuanto se legisla contra un ciudadano o contra un intangible impuesto por una coyuntura circunstancial... En el caso de la reforma contra Balaguer del 94, el propio Jimmy y la mayoría de los balagueristas se han desgañitado denunciándola.

Y si aquella reforma ilegal es su antecedente -como bien lo señala Jimmy-, esta reforma es también ilegal. ¿O estoy equivocado?

Tags relacionados