El candidato del 20 por el PLD

Todos los dominicanos mantienen un interés, y siguen de cerca, lo que ocurrirá con el PLD y las elecciones del veinte. Y no es para menos, el PLD no solo es el partido mayoritario de los existentes en el país, sino el partido que más le ha aportado en términos de realizaciones, y por vía de consecuencia, el de más raigambre y más ascendencia en la población.

El PLD es el partido que prefieren los dominicanos, cuestión deducida de la cantidad de triunfos electorales que ha acumulado desde el año 1996 a la fecha y de la satisfacción que siente el pueblo en relación con su desempeño en el poder; pues, aunque “en todas partes se cuecen habas” y “nunca falta un pelo en el sancocho”, lo cierto es que sus gobiernos han dado al país todo lo mejor que han permitido las circunstancias.

Y digo lo mejor que han permitido las circunstancias porque, si bien aparecen todos los días políticos de oposición haciendo críticas al gobierno, también todos sabemos que la mayoría de esas críticas son el resultado de un ejercicio de oposición rutinario y caracterizado por el sentido defensivo más que por el racional o el dialéctico.

Y es que aquí, en la China o en Dubái, aparecerán siempre quienes contravengan los principios; quienes amen el dinero más que su prestigio; quienes se cuelen en los gobiernos muy divorciados del interés primordial de los gobernantes. Pero ello no obsta para que, a la hora de evaluar gestiones, nos coloquemos en un plano objetivo y sepamos dar “a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”.

Con todos los “pelos del sancocho” y todas las habas que se hayan cocido y las por cocer, sostengo la afirmación que hice al principio: el PLD es el partido de las grandes realizaciones políticas, sociales y económicas de este pueblo.

Todo lo anterior justifica, pues, las preocupaciones del pueblo en relación con lo que sucederá con el PLD en el veinte. Sin embargo, para que los que simpatizan con ese partido no se mortifiquen con temores infundados, les voy a hacer el razonamiento que me hiciera un entrañable amigo que visité recientemente: “El PLD irá en el veinte con el candidato que asegure el triunfo y su permanencia en el poder”; y a seguidas agregó: este 2018 es un año de enfrentamientos, pero el 2019 lo será de conciliación y reencuentro partidario en torno al candidato que le convenga al PLD, aquél con el que se gane.

Sabia reflexión de mi amigo e intelectual que ya quisiera mencionar, pero no me autorizó a ello. Y es que, como bien dice Moisés Naím, el poder, hoy día, “es más fácil de acceder, más difícil de retener y más fácil de perder”, y el PLD conoce esa realidad.

Así que dejen de mortificarse, el PLD no se va a diluir en diatribas y desencuentros, sabrá pasar este año de turbulencias y en el 19 ponerse de acuerdo para ir con el candidato que asegure su triunfo, que será, desde luego, el triunfo de todo un pueblo que valora sus aportes.

El autor es abogado y politólogo.