Sin tregua

Al parece, la delincuencia es lo único en el país que funciona de manera permanente o “a tiempo completo”, sin reparar en horario ni en vacaciones. Quería centrarme hoy en la inseguridad y la indefinición de victimas, de familiares y hasta de los propios jueces y fiscales que caracteriza a buena parte de los tribunales del territorio nacional, aunque en unos más que en otros, pero me encuentro en las redes sociales con la denuncia -doblemente penosa - del conocido jurista Marino Elsevyf, de que fue al destacamento policial de Gascue a reportar el asalto de una hija suya y su esposo al desmontarse del vehiculo en la esquina de las calles Juan Sánchez Ramírez con Socorro Sánchez ,pero que en el lugar no le recibieron la querella bajo el alegato de que “no se reciben denuncias después de las 8 de la noche”(¿). Tenia entendido que la Policía, la prensa, los bombero, los hospitales, entre otros servicios vitales para el ciudadano, funcionaban y se ofrecían todo el tiempo, sin horarios, sin comodidades y bajo cualquier circunstancia. Como el abogado y los familiares afectados por el caso que referimos, ahora descubrimos que no, que en este país de acomodos y de relajos, muchas cosas como esa de recibir una querella en un cartel policial a cualquier hora, cuando ocurra el hecho, han ido cambiando, y que por esa inconsistencia, irresponsabilidad y falta de institucionalidad es que tantos cosas se van escapando de control cada vez mas. ¿A donde es que vamos a llegar con tanda desidia, perdida de autoridad, poca vocación de servicio y falta de consecuencias?. En el caso de la Policía, el nuevo director - que proyecta una buena gestión - de revisar el caso y el horario de las querellas. Si el asunto es porque quien las recibe es el fiscal del destacamento y este se va a las 8 de la noche, que no debe ser, entonces hay un tema a resolver con el procurador de la Republica, jefe del Ministerio Publico. Sobre los riesgos e inseguridad en los tribunales, la falta de recursos no debe ser excusa, porque si no se puede pagar a más agentes judiciales para garantizar el control en las audiencias y para asignar una protección personal a jueces, procuradores y fiscales, solo hay que pedir ayuda al Ministerio de Defensa para resolverlo, con un traslado, un cursillo y un cintillo (PJ) en la manga de la camisa (¿).