La partidocracia advertida

UN RELAJO.- Ahí está, -a mediados de enero de 2018-, la advertencia del presidente de la JCE a toda nuestra partidocracia: “Si el Congreso Nacional no aprueba en la próxima legislatura los proyectos de ley de partidos y de régimen electoral, esas normativas no serían aplicadas en las elecciones de 2020, porque los calendarios de trabajos de la Junta no lo permitirían”. Julio César Castaños Guzmán lo ha dicho, y no sabe uno si lo escuchará la partidocracia reinante, confiada en sus poderes y en su verde luz de impunidad para relajar institucionalmente al país y sus ciudadanos. Oiga, Usted, que desde 1998, andamos con el mismo relajo y mismo chiste malo. En nuestro país, cada mayo electoral hay una crisis en ciernes que, en los últimos procesos sólo ha sido evitada por la gran ventaja del candidato oficial sobre su adversario, 290 mil votos en 2012, y un millón 200 mil en 2016, votos más o menos.

A MÁS SALIVA MÁS HOJALDRES.- Las irregularidades e inequidades en nuestros procesos electorales son innegables y por lo mismo admitidas. Son perversiones del sistema en “función hojaldres y saliva”, sin inocentes porque todo funciona según la saliva monetaria y presupuestaria de cada quien. Por ejemplo, el apabullante triunfo de David Collado en la lucha por la Alcaldía del Distrito Nacional no cayó de la mano de Dios, que lógicamente es ateo, ni fue sólo el fruto del reconocido “acumulo” de Roberto Salcedo por sus 14 años en la posición, sino de esas prácticas que he citado; sólo que, en esa ocasión, todo el entramado y la “logística boronera” fueron utilizados en perjuicio del PLD como partido, y beneficio de una de sus tendencias que ha visto en Collado y sus asesores una especie de “seguro de vida”, “salida de emergencia”, pues la otra tendencia morada tiene ya la suya, o sea, su salida de emergencia, su seguro de vida. Esto último se hizo público y evidente con el anuncio de la creación del “Movimiento Tricolor por la Soberanía Nacional” que encabeza el pequeño pero influyente y sonoro partido FNP, conectado por más de una razón con el líder de la otra tendencia/grupo en el partido morado.

“PERO NO HAY QUE LLORAR, HAY QUE SABER...” Pero volvamos a la partidocracia y su irresponsable comportamiento en el tema de la aprobación de una Ley de Partidos y un nuevo Régimen Electoral, para advertir por enésima ocasión, que el día en que la ventaja del candidato oficial no supere los 50 mil votos, estaremos citando con dolor los versos de Pedro Mir. “Habrá sangre de nuevo en el país. Habrá sangre de nuevo en el país”. Y las elecciones del 2020 serán irremediablemente cerradas, y a eso de “cerradas” es que uno le teme. Como le teme también a nuestra cultura del no saber perder, y a la desconfianza que existe hoy entre los partidos políticos por la valedera razón de que se conocen y saben cada uno de lo que es o ha sido capaz el otro. No existe una sola marrullería morada que en algún momento no hay sido practicada en poco, mucho o en demasiado, por blanco/azules o colorados. Hagan memoria y sonrían.

LOS INOCENTES Y PARÍS.- En la política dominicana no existe la inocencia partidaria. Desde el oro de Moscú hasta los bienes del Estado. Desde la UASD o un ministerio, voceros oficiosos de la USAID o cada local partidario de fachada opositor y de “boroneo” gobernante. Entonces, no se hable más, profesores. Danilo, Leonel, Hipólito, Luis, la Embajada y el CONEP (con sus príncipes del capital y sus marquesas de mirada andaluza, ay), todos están advertidos. París sigue siendo París, y es cierto que bien vale una misa sí, pero sólo de vacaciones. Después de cumplir los 40, la felicidad de un dominicano está aferrada a esta tierra, los amigos, los amores, el mar, la Zona, y ya les dejó que hoy toca peña en El Gallego. Pero están advertidos. Con su permiso.