Meta inalcanzable

Recientemente dije en mis Expresiones que, el nuestro, se ha convertido en UN PAÍS DE OPERATIVOS. Y no es que estos no tengan su efecto. Claro, pero es algo inmediato y mediático. Se desvanece con el paso de los días. Traigo este tema porque me preocupa lo que está pasando con nuestras zonas boscosas. No es secreto el deterioro que ésta ha sufrido en los últimos años. Miles de tareas deforestadas, cientos de ríos y arroyos desaparecidos y una cantidad importante de tareas que han perdido su capa productiva. Reconocemos que este y otros gobiernos se han preocupado por plantar millares de árboles en diferentes puntos de la nación. Esto ha tenido apoyo de empresas, instituciones y entidades como Sur Futuro. Pero está demostrado que solo con operativos y sin una política permanente de cuidado y protección, no serán recuperados nuestros bosques. Es que mientras por un lado se plantan millares de árboles, por el otro la depredación no se detiene. Así es imposible que los planes para recuperar nuestros bosques sean efectivos.

Listín Diario publicó la pasada semana dos historias que son el más claro ejemplo de que hay que mirar para otro lado. La depredación por parte de los haitianos para hacer carbón y el corte indiscriminado en La Cumbre, Monseñor Nouel son solo dos ejemplos de miles de casos que se producen casi a diario. Muchos no llegan a los medios de comunicación por tratarse de corte de árboles para el conuquismo. Se necesita una política fuerte, contundente, permanente de protección de nuestros bosques. Todos esos anuncios, hechos en presencia del presidente Danilo Medina en Hondo Valle, la Sierra del Bahoruco, San Juan de la Maguana, Padre las Casas y otros lugares, con planes millonarios para reforestar, caerán al vacío si no se frena de una vez y por todas, la mano depredadora, de haitianos y dominicanos, para carbón o para agricultura.

El director del Jardín Botánico, Ricardo García, advirtió hace poco que “para recuperar nuestros bosques y salvar nuestros ríos, se necesita, en los próximos cinco años, que se siembren en el país alrededor de 80 millones de árboles. Ese plan debe incluir los puntos más críticos, porque de lo contrario habrá una destrucción de los bosques, una gran pérdida de la biodiversidad, así como de la cantidad y calidad del agua y los suelos”. Para quienes creen que 80 millones de árboles es mucho, el director del Botánico asegura que no es así, porque el país tiene una cubierta boscosa de aproximadamente 39% y debemos aspirar a un 50% de bosque bien distribuido.

Hay que poner atención a esta advertencia. Los planes puestos en marcha van en esa dirección. Su efectividad FLAQUEA, cuando la permisividad o las mafias permiten que los bosques, especialmente de la frontera, sean depredados para la fabricación de carbón que se lleva hacia Haití, Miami y muchos otros lugares.

En su editorial, este diario abogó el pasado sábado porque la tala de árboles se detenga “a cualquier precio”. Por eso es mi alerta. La meta propuesta por las autoridades es loable y plausible, pero puede ser inalcanzable, si por un lado sembramos y por el otro se permite la depredación. Levantar un árbol lleva años, derribarlo solo SEGUNDOS. Esta última práctica debe ser FRENADA YA o la meta será INALCANZABLE.