Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

EN POCAS PALABRAS

Juntos, pero no reburujados

Avatar del Listín Diario
Juan Guiliani CurySanto Domingo

Se puede decir que las negociaciones del Reino Unido para abandonar la Unión Europea y que mejor se conoce con el término anglosajón Brexit, se encamina a un relativo ganar-ganar. Gran Bretaña ha aceptado pagar un estimado de más de 50,000 millones de dólares por los compromisos asumidos en proyectos y otros deberes asumidos con el bloque comunitario lo largo de la relación integracionista.

También aceptó que unos tres millones de europeos que residen en las diferentes islas de los territorios británicos, permanezcan allí con sus mismos derechos y obligaciones en los aspectos laborales, estudiantiles y empresariales.

Al acordar este pago, los británicos asumen una obligación que incluyen los pasivos contingentes asumidos por Bruselas, como el financiamiento a Ucrania a raíz de la disputa política con Moscú. También envuelve los costos que significan el traslado de entidades comunitarias como la Agencia Europea de Medicamentos y la Agencia Bancaria Europea, ambas con sede en Londres.

Todo este costo financiero se acordó pagarlos en varios años lo que implica un alivio económico al precio de la salida comunitaria. Eso da una buena señal de la comprensión que existe para viabilizar una salida amigable y el menor desaliento posible. Asimismo, se llegó a un acuerdo de delimitación fronteriza con Irlanda del Norte (quien se quedará en los dos mercados) y que era otra de las exigencias de la Unión Europea. Para los norirlandeses la negociación fue un triunfo del llamado Brexit Suave. Ahora se trata de cerrar unas negociaciones donde el equilibrio de poder pueda ser sostenible para ambos contendientes. Esto lo vemos, ya que Gran Bretaña, abandona la comunidad europea, pero que también sigue insertada de una manera u otra en el esquema integracionista. Esto es como un, “estoy y no estoy”.

Y a nuestro entender, ha habido una inteligente conducción de la situación creada a raíz del referéndum del 23 de junio de 2016 en el Reino Unido, donde por un estrecho margen (51.9%-48.1%) le dio la victoria al “Si” para salirse de Bruselas, la capital designada de la Unión Europea. Se persigue que de ahora en adelante, las relaciones de la Comunidad con su antiguo socio, permanezcan armónicas y muchos de los beneficios de la Unión Europea persistan, y las pérdidas sean con el menor efecto adverso posible.

Los antieuropeos radicales, obviamente, no están muy contentos ni del todo muy satisfechos con esta nueva relación - de ganar-ganar- convenido entre la primera ministra Theresa May y Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. De todos modos, las negociaciones avanzan y de lo que resta hasta marzo del 2019, los británicos y sus ex aliados comunitarios europeos, ya no estarán casados -por el Tratado de Maastricht - sino que han elegido una especie de concubinato comunitario para permanecer juntos, pero no reburujados, o lo que es parecido a, un “enqueridaje entre vecinos”.

Tags relacionados