Protección de prospectos

En muchas intervenciones públicas he manifestado que el Estado dominicano está en el deber de proteger a nuestros jóvenes peloteros, creando mediante legislación dentro de nuestro marco jurídico las garantías laborales que por derecho les correspondan. He observado dos casos que precisamente se escapan a esas garantías de lograr una indemnización dentro del marco jurídico y constitucional que nos rige en nuestro país.

Específicamente en los casos del pelotero menor Jefry Marte Mateo, donde le fue anulado el contrato en el exterior por asuntos de evaluación médica post firma, y el también prospecto Rudy Guzmán, en la irregularidad del cobro de su firma contractual; tienen como común denominador las malas prácticas legales dentro del derecho deportivo por no respetar las disposiciones legales.

En el primero de ellos, como establece el Código de Niños, Niñas y Adolescentes, debe primar la supremacía de los Derechos del Niño, donde la educación integral del deporte no se debe dejar de lado, ya que la anulación implica un trastorno psicológico.

En el segundo caso, la desnaturalización en la remuneración del contrato, ya que los emolumentos suscritos en el mismo no le ingresaban de manera natural al adolescente, estando atado de pies y manos para poder iniciar acciones legales ante los tribunales de la República.

En estos casos se viola y se agrede el espíritu de nuestra Constitución y la responsabilidad civil, así como también la responsabilidad penal donde los involucrados pueden ser recluidos como lo estipula la ley. Aboquémonos pues a sanear el camino de los prospectos del béisbol.

Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer profundamente el reconocimiento que se nos hiciera en el XXV Aniversario de la Galería de la Fama del Deporte de la Región del Nordeste, por el Comité Permanente de esta Galería presidido por su Presidente, el Dr. Luis Esmurdoc. Este estímulo nos compromete a brindar una mejor calidad a la gran fanaticada que nos ha seguido por más de 38 años ininterrumpidos en la profesión.

Las gracias a Dios por el cariño, distinción y apoyo de todos los que aman el deporte rey en esta zona de valientes y gigantes.