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Huelgas locas del Colegio Médico

Los más pobres sufren, desde ayer, el abandono provocado por el paro de 72 horas en los hospitales de la red pública de salud convocado por el Colegio Médico Dominicano (CMD).

Con estas huelgas, la directiva de ese gremio los deja sin servicios durante tres días, en una escalada que a todas luces busca, pese a las conquistas alcanzadas, la confrontación con las autoridades de salud y constituye una negación de servicios a la población más vulnerable que, como las demás negaciones de servicios en el Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS), debe penalizarse.

Estas huelgas no afectan a los centros de autogestión ni privados, protegidos por circunstancias ajenas y diferentes a las que viven los del Servicio Nacional de Salud (SNS).

En tal punto, la convocatoria a huelga y su actual desarrollo es parcial.

Y un disparo a quemarropa contra los pobres a quienes los pregoneros de ideología trasnochadas abandonan y dejan a la deriva.

Tales paros revisten el perfi l de la venganza. La de un equipo sin compromiso con la salud nacional ni con los médicos. Sus directivos —a horas de entregar el mandato— desean venderse —a través de estas huelgas— como paladines de los intereses de los médicos. Huelgas electoreras tras las cuales está la intención de continuar al mando de la directiva gremial.

Castigando a la población con la negación de servicios. Con afi rmaciones temerarias y no veraces. Con la agitación en vez del diálogo. Protegidos bajo la fortaleza del compromiso gubernamental con la democracia y el respeto a las organizaciones sociales, estos falsos radicales no tienen el menor pudor para agredir de forma directa a la población más pobre.

La Psiquiatría pudiera revelar otras claves ocultas bajo este perfi l oportunista. Sin embargo, preferimos indicar la venganza. Quizás el presidente de ese gremio se sienta frustrado en su deseo de merodear a la altura del Presidente de la República y de la Ministra de salud. Es lo que explica la quema de una imagen con la fi gura de su jefe legítimo: el Director General del SNS.

En esta coyuntura, tal directiva apela a las huelgas para pretender que las conquistas (aumentos de sueldos, pensiones e incentivos) logradas son resultado de su “lucha”.

Sabemos, al contrario, que a los cuatro meses de su nombramiento, la ministra de salud, Dra. Altagracia Guzmán Marcelino, despachó instrucciones hacia los recursos humanos y la institución. La primera: sanear la nómina para abrir espacio a nuevos médicos; la segunda: poner en la palestra pública el hecho de que los médicos y enfermeras no tenían pensión pese a ser obligatorio su inclusión en el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) y tercero: la mejora de la calidad del sistema y los servicios.

Los médicos, el CMD y su actual directiva deben saber que la Dra. Guzmán Marcelino y su equipo fueron quienes gestionaron el apoyo ofi cial para lograr los aumentos, incentivos y pensiones de que hoy disfruta el sector. Dado su compromiso con la salud y mejores condiciones de vida para los galenos, el Ministerio se enfocó en una mejora integral —incluyendo los sueldos— que incluyera el servicio, creando un modelo a imitar por las entidades públicas. De hecho, el gobierno, a través del Ministerio de Salud, promovió y aceptó como legítimo un aumento de casi el 50% a favor de los galenos, aunque lo dividió en dos partes: una compensatoria (25%), aplicable en un 10% en enero y otro 15% en agosto del 2017; y otra mediante incentivos para compensar la antigu¨edad, promover la especialización y el rendimiento y estimular el servicio de salud en los lugares distantes y apartados.

En su ofi cio al CMD #SNS463/2017 de fecha 19 de septiembre, 2017, publicado en los diarios, el director del SNS dejó constancia de tales objetivos al decir al gremio que “al igual que ustedes, estamos totalmente comprometidos en la mejora del sistema de salud para el benefi cio de la población dominicana, y por eso hemos hecho el mayor esfuerzo de mejorar las condiciones de trabajo de los empleados del sector salud”.

En el acuerdo, los médicos quedaban obligados a un horario mínimo de seis horas de servicio y el 49% de los poseedores de dos nombramientos en el sector público (centros del anterior Instituto Dominicano de Seguros Sociales y en el SNS) pasaron a ganar RD$129,645.00.

Las autoridades pidieron al CMD identifi car las violaciones y afectados, pero no lo ha hecho.

Así quedan sin justifi cación los paros.

Más cuando la autoridad responsable comunicó a los huelguistas los puntos del acuerdo cumplidos y le expresó su disposición a que si “el CMD sabe de algún médico que está ganando a partir de agosto 2017 un salario base menor al expresado en el cuadro anterior para su categoría de cargo, con gusto podemos revisar su caso”.

Menos si el aporte e inversión del gobierno, de enero a agosto de 2017, para el aumento del 25% supera la friolera anual de los 2 mil 190 millones de pesos y el total invertido para los aumentos, nivelación salarial del sector, pensiones y nombramiento de 2,400 nuevos médicos supera los RD$10 mil millones de pesos, como afi rmó la Dra. Guzmán Marcelino.

La actual es una gestión tan solidaria con los galenos que les pagó RD$60 millones por deudas que estaban volando desde el año 2011 y aportó casi RD$20 millones para fortalecer la ARS-CMD. Todo “…a través de simples llamadas telefónicas, sin paros ni movimientos huelgarios pre-electorales”, como afi rmó la ministra.

Hay que decirlo claro: a las autoridades de salud y al gobierno corresponde el mérito de haber empujado el carro que trajo estas conquistas signifi cativas a favor de los médicos.

Ante tan fehacientes conquistas, las de la actual directiva del CMD son unas huelgas locas.

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