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La ilusión de una fábrica de presidentes

El autor es Editor Político del LISTIN.

El autor es Editor Político del LISTIN.

Los líderes políticos de República Dominicana son devotos de las consignas o eslóganes. Estas ideas las privilegian al fragor de las masas en las campañas electorales en desmedro de los programas de gobierno y legislaciones, usados simplemente como un “pedazo de papel”.

Una de las expresiones más célebres de las acuñadas en los últimos años es la del expresidente Leonel Fernández de que el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) montaría una fábrica de presidentes para regir en la política dominicana en los próximos 20 años.

El impacto fue mayor porque precisamente provenía de Fernández, que ha ocupado la presidencia de la República en tres períodos no consecutivos: 1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012. También porque se producía en febrero de 2013, en un escenario donde el PLD convocó una multitud frente al Altar de la Patria para conmemorar los 50 años de la toma de posesión del profesor Juan Bosch el 27 de febrero de 1963.

Pero además resulta que en la historia democrática de República Dominicana desde el efímero gobierno de Bosch, ningún líder político ha prohijado el relevo generacional en los partidos políticos. El propio Bosch, desde que formó el PLD en 1973, fue su candidato presidencial indiscutible en las elecciones de 1978, 1982, 1986, 1990 y 1994. Delegó en Fernández para las elecciones de 1996 (triunfó), cuando ya era evidente de que su salud estaba mermada.

En el 2000 estaba prohibida la reelección consecutiva y el PLD escogió a Danilo Medina como candidato (fue derrotado). Fernández volvió en el 2004 (triunfó) y se reeligió en los comicios de 2008 en medio de graves contradicciones internas con Medina, que le disputó la candidatura.

En las elecciones de 2012 se restableció la prohibición de la reelección presidencial y Medina fue el candidato del PLD (triunfó), y propicio la reforma constitucional para permitir la reelección creando un avispero en el peledeísmo. Pero a la postre se impuso y volvió a triunfar en las elecciones de 2016.

Así sucedió también en los litorales contrarios. Por ejemplo Joaquín Balaguer fue el único candidato del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en los procesos electorales de 1966, 1970, 1974 (12 años en el poder); 1978 (derrotado), 1982 (derrotado); 1986, 1990 y 1994 (diez años en el poder). No fue candidato presidencial en 1996 porque la Constitución se lo prohibía, y volvió a ser candidato en las elecciones del 2000 (derrotado), dos años antes de su muerte.

En el caso del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), post Bosch, se pensó en una fábrica de presidentes auspiciada por su líder José Francisco Peña Gómez, pero todo resultó un fracaso debido a la fratricida lucha de tendencias internas. El PRD llevó como candidato presidencial en 1978 a Antonio Guzmán (triunfó); en 1982 a Salvador Jorge Blanco (triunfó), y en 1986 a Jacobo Majluta (derrotado). Este último fue un frustratorio proceso interno en el que se involucró directamente Peña Gómez en la disputa por la candidatura.

El PRD se dividió en dos finalmente y Peña Gómez asumió la candidatura presidencial en las elecciones de 1990 (derrotado); en las de 1994 (derrotado), y en las de 1996 (derrotado), dos años antes de su muerte cuando aspiraba a síndico del Distrito Nacional en los comicios de 1998.

Luego esa organización escogió como su candidato presidencial en el 2000 a Hipólito Mejía (triunfó), quien intentó la reelección en medio de una profunda crisis en 2004 y fue derrotado. En el 2008 llevó a Miguel Vargas (derrotado) y en 2012 otra vez a Mejía (derrotado), lo que decretó su división final y el surgimiento del Partido Revolucionario Moderno (PRM), con las figuras principales del expresidente Mejía y Luis Abinader, que fue el candidato presidencial en 2016 (derrotado).

No obstante, la idea política de una fábrica de presidentes ha seguido latente en el PLD. Tanto ha calado la propuesta que para el proceso electoral de 2016, además de las dos figuras tradicionales, Medina y Fernández, surgieron cuatro nuevos aspirantes presidenciales: Temístocles Montás, Radhamés Segura, Reinaldo Pared Pérez y Francisco Javier García. Todos abandonaron la empresa cuando el presidente Medina manifestó su decisión inminente de impulsar el proyecto reeleccionista, y el Comité Político lo refrendó en su reunión del 19 de abril del 2015 en Juan Dolio, tras siete horas de debates.

Para el 2020 la reelección presidencial volverá a estar prohibida. El PLD parece tendrá que enfrentar las mismas disyuntivas. Y, al margen de quienes se aferran a la percepción o al sofisma de que no se gana con cualquiera, la fábrica de presidentes seguirá gravitando en el escenario político nacional.

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