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FUERA DE CÁMARA

¡Dile sí a Mondesí!

En los inicios de su carrera como pelotero, Raúl Mondesí debutó también en la política cuando una tarde de 1994 -mientras se encaminaba a ganar el título de Novato del Año para los Dodgers-, se apareció sorpresivamente en un mitin del Partido Reformista en San Cristóbal y le entregó a Balaguer un bate autografiado...

... ¡Sopla!, dijo Balaguer de regreso a la capital cuando uno de sus asistentes le leyó el mensaje escrito en el bate: “A mi amigo Balaguer, grasia en nombre de mi paí”. “¿Pero ese joven ni siquiera se alfabetizó?”, preguntó el líder reformista a su asistente... -“Parece que no”, fue la respuesta.

El asunto es que desde ese momento el prometedor prospecto del beisbol comenzó a ser considerado como un miembro más del Partido Reformista, y a su regreso al país ese mismo año fue recibido por Balaguer en su despacho del Palacio Nacional como si se tratase de un viejo amigo.

La carrera de Mondesí, como pelotero, siguió en ascenso, y la de Balaguer, como político, en descenso. Dos años más tarde Balaguer abandonó el poder ya siendo un anciano invidente, y no regresó más a él a pesar de su último intento electoral en el año 2000...

Mientras tanto, en el terreno de juego Mondesí demostraba condiciones excepcionales como atleta, pero al mismo tiempo era ejemplo de indisciplina, malos modales y peor compañerismo. Si en Grandes Ligas fue un desorden uniformado, ya pueden imaginarse lo que fue aquí con el Escogido en las temporadas de invierno. En San Cristóbal se hizo más famoso por las farras con sus amigotes, que en los Estados Unidos con su bate y su portentoso brazo. Por eso el beisbol lo desechó siendo aún muy joven. Su carrera fue relativamente breve: tan sólo 13 años, pero ganó mucha plata...

De pelótica a política Tan pronto la pelota lo abandonó en el año 2005, Mondesí regresó a su pueblo de San Cristóbal más desenfadado que nunca. Se movilizaba en medio de un tropel de aduladores que no se le desprendía a ninguna hora. Se pavoneaba en vehículos de lujo ante la admiración de la gente pobre de los barrios que lo vieron crecer.

Si alguna virtud se le puede reconocer a Mondesí fuera de la pelota, es la de ser generoso con los pobres. Cada día salía de su casa con manojos de billetes de todas las denominaciones para repartirlos entre los necesitados que lo seguían como abeja al panal. Frente a su casa amanecían decenas de personas que le extendían la mano... Y él a todas algo les dejaba caer. Por eso no resultó difícil dar el paso “de la pelótica a la política”... Bajo un estribillo rítmico que en poco tiempo se hizo famoso-- ¡Dile sí a Mondesí!--, encontró de inmediato un nicho partidario en el PRSC que le abrió los brazos y lo recibió como un héroe político.

Partidos, la pasarela En muy poco tiempo Mondesí utilizó a los partidos tradicionales como su gran pasarela política: En cinco o seis años pasó por los tres grandes: fue reformista, peledeísta y perredeísta. El PLD lo hizo diputado entre el 2006 y 2010, y el PRD lo hizo alcalde a partir del 2010 hasta 2016. Lo recibieron Balaguer, Leonel y Miguel... Todo el mundo quería aprovechar su fama. Su administración municipal, sin embargo, será siempre recordada por sus compueblanos como el mayor ejemplo de desorden que haya padecido San Cristóbal. Ya en los meses finales de su período, el municipio debió ser intervenido por el gobierno porque se estaba ahogando en su propia basura.

La justicia lo acaba de condenar a ocho años de prisión y a devolver $60 millones al municipio...

¡... Fin de esa historia!

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