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FUERA DE CÁMARA

¡El PLD era otro!

Algunos viejos peledeístas viven de las añoranzas, anclados en el partido de sueños y utopías que creó Juan Bosch hace 44 años con un idealismo que no pasaba de buenas intenciones y que chocaría décadas después con la realidad del poder que lo contaminó hasta sus entrañas. De aquel PLD “ya no queda nadaÖ nadita de nada”.

Hablo del PLD porque el PLD es el grande de hoy. Pero lo mismo vale para el PRD cuando se echa una ojeada al pasado y se recuerda la enormidad del “partido blanco del jacho prendío” bajo el liderazgo de Peña Gómez.

Tampoco vale mencionar al Partido Reformista ni la grandeza de su líder y fundador, Joaquín Balaguer, que acaba de ofrecerle al país su última demostración de enanismo cuando el pasado domingo celebró reuniones paralelas para escoger directivas diferentes y sellar definitivamente su quinta división en tres lustros.

Con esos tres partidos dominando el escenario público vivieron los dominicanos por más de cincuenta años, y algunos de sus líderes se constituyeron en emblemas del partidismo y de la democracia nacional: Bosch, Balaguer, Peña Gómez, Guzmán, Jorge Blanco, Majluta, Peynado, todos fallecidos.

De esa remembranza --decía--, viven todavía algunos peledeístas fundadores, entre ellos Aurelio Guerrero. Lean su cartita, y luego la comentaré...

¿Piedra para el más chiquito? “Luego de concluida la Guerra de Abril, proliferaron las organizaciones de carácter revolucionario que se formaron producto de las múltiples divisiones dentro de la propia izquierda política del país...

“... Una de ellas, el Partido Comunista de la República Dominicana, mejor conocida como el PACOREDO, hizo historia por su extremo sectarismo, adscrito a las ideas del maoísmo más radical.

“Aunque combatía la dictadura yanquibalaguerista de palabras, en los hechos actuaba como una fuerza de choque que enfrentaba a otros agrupamientos de la propia izquierda y su blanco principal fueron los dirigentes y militantes del Movimiento Popular Dominicano, del cual se había derivado, matando a varios miembros destacados. “Yo había salido del Colegio Universitario y estaba ya en facultad, y el terror ideológico del PACOREDO seguía imponiéndose en la UASD. Siento nostalgia aun cuando recuerdo que el poeta universal, Pablo Neruda, hubo de cancelar a última hora su vuelo a Santo Domingo porque ese grupo se opuso rabiosamente --bajo la acusación de que era un ‘revisionista redomado’--, a que entrara a la universidad, que era su destino...

¡... Y llega Chapulín Colorado! “Pero, nada dura para siempre... En 1973 se funda el Partido de la Liberación Dominicana, y daba los primeros pasos para conformar su apéndice universitario. El PACOREDO seguía vociferante y agresivo... Pero, una tarde cualquiera, fue informado de que Norge Botello y Cheché Luna, al frente de un grupo de fanáticos peledeístas acababan de incursionar en campus de la Universidad.

“Se dice que al otro día por la mañana, detrás de la facultad de Economía apareció un reguero de zapatos y sandalias. Se acabó para siempre el terror del PACOREDO.

“Cuento esta historia, a propósito de las tantas provocaciones de la llamada Marcha Verde. Ya se marcharon a la eternidad los comandantes Norge y Cheché, pero puedo asegurar que el PLD no puede ser provocado mas allá de la prudencia sin que haya consecuencias... Con el afecto de siempre, Aurelio Guerrero”.

Aurelio habla de un PLD que ya no existe; está hablando con la emoción que le produce la añoranza, se refiere a aquel partido idealista que forma parte del pasado glorioso de la política cuando sus actividades --incluyendo el album de la corrupción-, las financiaba chele a chele la gente más humilde del pueblo.

El de hoy es un PLD aburguesado que vive en Gazcue, Piantini, Naco, los Cacicazgos... Y esos no pelean por nadie.

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