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FUERA DE CÁMARA

Café en Barcelona

José Café -que vive desde hace muchos años en Barcelona y como buen intelectual se le ve con frecuencia en Las Ramblas acompañado de un puro y un coñac-, me envía una interesante colaboración que deseo compartir con mis lectores:

“Los catalanes hablan cada día de prepararse para un ataque terrorista, lo que ocurrió el jueves pasado en la peatonal Las Ramblas, el sitio más concurrido de Barcelona, repleta de kioscos, tiendas de souvenirs y restaurantes.

“Su principal atracción es el mercado de La Boquería, donde se puede encontrar productos nacionales y extranjeros de máxima calidad y a precios más asequibles que en los establecimientos normales. España es un destino turístico muy barato comparado con el resto de Europa.

“Los ataques terroristas siempre han estado ahí. Es uno de los métodos de agresión utilizado por grupos políticos minoritarios ilegales con la finalidad de atemorizar a la población. Se intensificaron en la década de los 70 durante la guerra fría y retomaron actualidad a partir del 9/11.

“En el Viejo Continente, los atentados eran frecuentes en Irlanda del Norte por la lucha entre protestantes y católicos. Dentro de Italia hubo algunos combinados con secuestros. La ETA de España cometió muchos, sobresaliendo aquel del 20 de diciembre de 1975 con la voladura del carro donde iba el jefe de gobierno de Francisco Franco, almirante Luis Carrero Blanco. Junto a él voló todo lo que había a su alrededor.

“Para esa misma época, la ETA comenzó a explotar carros-bombas en algunas sedes diplomáticas de los Estados Unidos”.

Había muchas advertencias “Las unidades de inteligencia le habían recomendado a la alcaldesa de Barcelona proteger físicamente las principales áreas de aglomeración de personas. Ahora las críticas llueven porque no lo hizo.

“Por lo regular, los atentados perpetrados en el Medio Oriente son de gran magnitud en términos de pérdida de vidas humanas, pero en Occidente no le dan tanta importancia.

“En América Latina, Argentina ha tenido algunos actos terroristas masivos, destacándose el ejecutado contra una sinagoga judía hace dos décadas. En Colombia, el narcotráfico y las FARC pusieron al Estado de rodillas. Las guerrillas se especializaron en reventar oleoductos mientras que Pablo Escobar derribó un avión con 106 personas a bordo y voló centros comerciales y edificios gubernamentales incluyendo la sede del DAS, el principal organismo antidrogas.

“Hasta ese momento, esos atentados no representaban ni siquiera una calamidad para la población de los países afectados sino que eran vistos como un asunto de sus gobiernos, y cada uno buscaba resolverlo como pudiera”.

Sin solución a la vista “Con el atentado de las Torres Gemelas en Nueva York comienza a verse el terrorismo como amenaza global que puso a cada nación a pensar que podría ser la próxima víctima. El Estado norteamericano y el mundo les declararon la guerra, pero 16 años después no se vislumbra ninguna solución.

“Con la desaparición de Bin Laden, Al Qaeda ha mutado en un espécimen bicéfalo llamado Yihad o ISIS. Por un lado, está perpetrando dantescas operaciones en Siria, Irak y otras naciones musulmanas. Por el otro, ha dispersado un sistema que empodera a cualquier musulmán radical a proceder a su mejor conveniencia en el país donde se encuentre. De esa manera tiene a simples individuos con capacidad de causar daños de proporciones ilimitadas con muy pocos recursos. “Como la muerte de cada autor material está incorporada en su plan, no dejan rastros que lo conecten con el eje del mal. Eso dificulta cualquier medida preventiva por parte de las autoridades y hace presagiar que el fin del terrorismo está fuera del horizonte”.

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