Santo Domingo 19°C/21°C clear sky

Suscribete

Una antigua reflexión de actualidad

Avatar del Listín Diario
Henry Mejía OviedoSanto Domingo

Hace 107 años el ambiente intelectual de la capital se vio animado por la proclamación de los premios de los Juegos Florales Provenzales, organizados por el Club Unión. La revista Ateneo, en el número 2 de 1910, publicó las actas de los jurados y dio a conocer las obras ganadoras.

El Jurado de Ciencias Sociales, constituido por J. Lamarche, R.J. Castillo y Ramón O. Lovatón, proclamó los ganadores de los temas X y XI sugeridos a los concursantes. El primero estaba pensado para que los participantes expresasen sus ideas y formulasen recomendaciones acerca de un problema crucial: Método conveniente para colonizar las fronteras de la República. Curiosamente, y a pesar de la urgencia del asunto, solo se presentó un candidato bajo el pseudónimo de Fernando, quien, en opinión unánime del Jurado, resultó merecedor del lauro.

Fernando analizaba en su texto algunos de los factores adversos que propiciaban el abandono reinante en la frontera, entre ellos, el atraso, el aislamiento, la insuficiencia de escuelas, el caudillismo local, las tarifas arancelarias del comercio, que beneficiaban a Haití, y la falta de mercados para los productos que se cosechaban en estas regiones.

La escasa densidad poblacional de la zona, de apenas 14,4 habitantes por milla cuadrada, en opinión del autor, podría ser un factor facilitador para la promoción de una colonización ordenada, en la que el gobierno debía jugar un papel central. En su opinión, deben preferirse colonos europeos, especialmente los del norte de España, pero “...a falta de ellos, cualquiera que no hable francés”.

Otra importante recomendación formulada es que “...sería inútil y contraproducente promover una inmigración de braceros”. Esa percepción derivaba de que “...un rápido aumento de la población, sin aumento del capital, resulta en un desastroso aumento de la miseria y un relajamiento completo de los principios de la moral”. Basándose en la experiencia de la ciudad de San Francisco, California, Fernando proponía, sobre todo, “... atraer pequeños capitalistas, porque será más habitable, más amable, de mejor sociología el país donde la riqueza esté bien distribuida, que aquel en que una oligarquía prevalezca”.

Para revertir la situación, se proponía al gobierno adquirir o recuperar tierras en toda la franja fronteriza, dividirlas en colonias y repartirlas entre los colonos capitalistas.

Tags relacionados