Santo Domingo 25°C/26°C scattered clouds

Suscribete

UMBRAL

PRD y su dinámica interna

El asturiano Ramón de Campoamor y Campoosorio, que vivió entre 1817 y 1901, fue un poeta destacado de la época con mucho prestigio en España que se dedicó a escribir unos llamados versos filosóficos, que a decir de Juan Bosch, no tenían calidad poética, pero sí algunas enseñanzas para la vida práctica. El intelectual y político dominicano, fundador y líder del Partido Revolucionario Dominicano y el de la Liberación Dominicana, PRD y PLD, organizaciones que llegaron al poder a los 23 años de haber sido fundadas, citó, en uno de los folletos de estudios sociales que escribió para la formación de los militantes peledeístas, uno de los poemas de Campoamor para explicar la naturaleza del perredeísmo. “Árbol que crece torcido// jamás su rama endereza//pues se hace naturaleza//el vicio con que ha crecido”. Con la cita Bosch intentaba graficar la descripción que hacía de una entidad política nacida en La Habana en 1939 con torceduras explicables en la composición clasista que le dio cuerpo, pensamiento y hábitos que se enraizaron en la médula de su esencia pequeñoburguesa, una esencia desprendida de la realidad social que imponía el nivel económico y de desarrollo de República Dominicana. En el libro Clases Sociales en la República Dominicana, el fundador del partido de la estrella amarilla, definió el perfil psicológico de la pequeña burguesía y, en El PLD, un Partido Único en América, explicó las razones por las que diseñó una organización como la última que fundó; de cuadros, con formación ideológica para generar una disciplina consciente y como consecuencia una organización duradera. Nuestro país, afectado por arritmias históricas que trajeron como consecuencia el establecimiento de un capitalismo atípico, con un débil sector industrial y por lo tanto con una clase obrera pequeña, generaba sus escasas riquezas en la informalidad que descansaba en una pequeña burguesía que iba desde la alta hasta la baja muy pobre, la que dominaba la composición de nuestra sociedad. Siendo ésta nuestra composición social, un partido político dominicano no tenía otra fuente para nutrirse que la existente y dominante: la pequeña burguesía con los vicios inherentes a su naturaleza de clase: arribista, oportunista, indisciplinada, desorganizada; en fin, la conducta que reproduce el lugar que ocupa en las relaciones de producción. Los círculos de estudio, antídoto creado por Juan Bosch para dar batalla a los vicios de esa pequeña burguesía mayoritaria, comenzaron a introducirse en el PRD con el objetivo de reorientar a la entidad por la ruta de la disciplina consciente y el sentido de organización que le permitiera convertirse en un partido capaz de conquistar el poder para transformar el país a partir de la transmisión de una impronta de orden, modernidad y disciplina. Pero como “árbol que crece torcidoÖ.”los intentos de Bosch fracasaron y las ambiciones y vicios pequeñoburgueses siguieron marcando la dinámica interna del perredeísmo; de ahí la creación de las mal llamadas tendencias, las constantes confrontaciones, los acuerdos de “dos más dos”, las frecuentes convenciones mal paridas y el largo etcétera que arrastra y se ha llevado al gobierno las veces que ha podido para inocular al Estado de los vicios que les son propios. El PRD, parecido a la sociedad atrasada que hemos ido abandonando, merece otra suerte, porque con todo y sus vicios ha hecho aportes importantes al fortalecimiento de la democracia en el país, una democracia que se irá fortaleciendo en la medida que vayamos avanzando hacia la concreción de una sociedad más próspera.

Tags relacionados