Giorgio Armani: “Listo para mi sucesión”

Giorgio Armani es uno de los grandes diseñadores que Milán ha dado la moda internacional. El diseñador ha mantenido un firme control sobre el grupo empresarial de gestión privada. Armani todavía no ha comunicado, al menos oficialmente, quién le sustituirá al frente de la empresa cuando decida jubilarse. Lo que sí ha confesado, con todo lujo de detalles, en una larga entrevista en el periódico “Corriere della Sera” son sus preocupaciones por dejar en orden todos los procesos de una empresa que factura 2.500 millones de euros al año.

Armani dijo que después de fallecer, tres personas que él ha nombrado serán puestas a cargo de la fundación que creó el año pasado como una herramienta clave de sucesión. El exitoso diseñador asegura que la fundación será la encargada de eliminar cualquier conflicto, en caso de la junta directiva no pueda solucionarlo.

Al estilo de otros empresarios, como los estadounidenses Warren Buffett o Bill Gates, en lugar de dejar las sociedades en manos de sus familiares el italiano transfiere la mayor parte de su capital a labores filantrópicas. Sus herederos recibirán el resto. Lo explica en la entrevista: “La Fundación Armani tendrá el doble objetivo de invertir en actividades benéficas en favor de niños y ancianos desfavorecidos, y gestionar la empresaGiorgio Armani Spa y garantizar su equilibrio”. La Fundación, que está bajo su administración hasta el día de su muerte, según cuenta, tendrá la última palabra en todas las decisiones del consejo de administración de la casa de moda, donde se sientan, entre otros, sus herederos: su hermana Rosanna, sus tres sobrinos y su fiel colaborador y amigo Leo Dell’ Orco.

“Este mecanismo estimula a mis herederos a permanecer en armonía, protegiendo al grupo de la desintegración total”. La compañía que él mismo fundó, diseña, fabrica, distribuye y vende al por menor productos de alta costura, artículos de cuero, calzado, relojes, joyas, accesorios, gafas, cosméticos e interiores de casas. La marca comercializa estos productos bajo varias etiquetas cuyo nombre varía en ocasiones, pero cuya propiedad ha sido siempre de Armani.

“Pensar en la jubilación es una realidad, pero no deja de ser algo duro, muy duro”, asegura el diseñador al referirse a su retirada. “Una cosa es ser consciente de que ya tienes una edad, otra es saber que cargas con el futuro de ocho mil personas”, confesó Armani.