Vanessa Leaño y su mágica leyenda

Vanessa Leaño tiene una mezcla de culturas en sus genes que la han convertido en una mujer muy sensible, cosmopolita, y con una vasta experiencia cultural que ha extrapolado a todo su accionar, siendo más patente en la moda.

Nació en Rostov, Russia. Hija de madre boliviana y padre dominicano, por tal razón su vida se ha desarrollado en estos tres países, de los cuales se ha alimentado en el plano profesional y personal hasta construir su verdadera identidad.

Confiesa que su interés por la moda es desde la infancia, siempre, sin proponérselo estaba rodeada de telas y costuras. “Al crecer fui construyendo esta afición, quizas, por la necesidad de expresarme, de ser yo misma sin temor a los prejuicios. Así fui adentrándome poco a poco al mundo del diseño y la moda”, cuenta Leaño.

Sus padres, Mónica Leaño y Luis Pujols se conocieronsiendo estudiantes en Rusia, siendo esto su inspiración para continuar sus estudios en esta nación.Con esta premisa, Vanessa da rienda suelta a sus instintos por lo que decidió estudiar en People’s Friendship University of Russia (Moscú) la carrera Historia del Arte, porque está muy asociada a la moda.

Luego decide regresar a República Dominicana a estudiar en la Escuela de Arte y Diseño de Altos de Chavón, donde se graduó en Diseño de Moda y en la actualidad cursa la carrera de Administración Hotelera en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santo Domingo.

Pero esta diversidad de conocimientos adquiridos en nada afecta su pasión, y mucho menos se descontextualiza de su verdadera vocación.

Desde hace algún tiempo acariciaba la idea de participar en DominicanaModa y como es una joven que siempre persigue sus sueños hasta hacerlos realidad, decide armar sus primeros bocetos inspirida en mujeres que puedan evocar su sensualidad a través de sus diseños, para así captar la mirada de quienes ellas deseen. Pero este concepto no es fortuito, nace de una leyenda que escuchó en una de sus clases cuando estudiaba Historia del Arte. Narra que en la época de Luis XVII vivía un hombre, Pedro de Arrubo, que embrujaba a las mujeres con solo mirarlas. “De aquí nace mi inspiración para esta colección. “Yo utilizaré esta arma a su favor para que evoquen su sensualidad a través de piezas diseñadas con una mezcla de estilos barroco y contemporáneo”, dice la diseñadora.

Muy emocionada cuenta que el hecho de que los organizadores de DominicanaModa la hayan seleccionado entre tantas propuestas la llena de mucha satisfacción. “Presenté una colección hecha en cortes fluidos, muchas mangas, texturas suaves, enfocandome en el diseño de bodies, lencería para la noche y corsetería. Con la particularidad que se pueden ut lizar en la noche y en el día; en busca de resaltar la figura femenina, exteriorizar sus emociones; y proyectar seguridad y confianza, una de las cualidades de la personalidad que más atraen”.

“Estoy satisfecha con mi elección porque soy muy detallista y perfeccionista, y en estas prendas de vestir puedo explayarme y ser yo”, concluye.