¡Cuidado al escribir!

Expresar lo que sentimos se ha vuelto la mejor arma de manifestación que podamos tener y en estos tiempos nuestras expresiones han tomado fuerzas gracias al crecimiento de las redes sociales. Estas al ser inmediatas nos permiten divulgar o estar al tanto de cualquier hecho que ocurra en el mundo, sin importar que el mismo sea positivo o negativo. Sin embargo he visto con dolor como nuestra forma de ver la vida nos han llevado a un mundo vacío y cruel que manifestamos al escribir con perversidad en contra de otros seres humanos.

Las redes sociales fueron creadas para interactuar a través de la web y hoy son el vehículo más usado para estar cerca de aquellos que están lejos. Ahora bien, el dolor ajeno no debe ser móvil del morbo o de la maldad.

Una cosa es dar una noticia o divulgar una información, otra es hacerlo con el propósito de sacar partido o hacer daño con de la misma. Puedo dar testimonio de lo que significa perder un hijo, no importa si se pierde en el vientre, al nacer o cuando ha crecido, esa pérdida es la más dolorosa, es la mayor prueba a superar, es la única a la que no se le ha puesto nombre, no hay manera de descifrar ese dolor, desde los tiempo de Jesús, María su madre no tuvo ningún calificativo cuando este murió en la cruz… Jesús, siempre ha sido popular y sin importar religión ha sido la fe la que nos ha hecho entender su sufrimiento, su dolor y las humillaciones que recibió, pero los que estamos vivos no necesitamos de la angustia ajena para alcanzar notoriedad, todo lo contrario, los lazos de solidaridad pueden más que los juicios. La veracidad de los hechos y de lo que escribimos o compartimos en las diferentes redes sociales dice más de nosotros como individuos, que de quiénes escribimos. Las redes sociales continúan creciendo y cada días más ganan adeptos en forma acelerada, pero esto no quiere decir que por moda o por ser incluidos en determinados círculos sociales nos volvamos promotores de la falsedad, las historias inventadas, de la promoción de falsos profetas o de héroes del aire.

Comunicar amerita de ciertas herramientas y conocimientos y el dar primicias verdaderas nos ayuda a ganar más seguidores que destruyendo la vida y moral de otros. Ahora bien, mi preocupación es que muchos olvidan que lo que subimos en algunas de las redes sociales no se borra, usted puede eliminarlo, pero no borrarlo definitivamente, así que procure realizar una labor de ayuda, orientación y cooperación que le aporte a todo el que le siga. Los recientes hechos de feminicidios ocurridos en nuestro país deben llamarnos a una profunda reflexión y hacernos diferentes interrogantes: ¿Desde cuándo la vida perdió valor? ¿Desde cuándo matar es la única solución? ¿Dónde dejamos el temor a Dios? Sé que ninguno de nosotros tiene una respuesta, pero si tenemos la mejor herramienta, comenzar a cambiar nosotros para que cambie el mundo, sin olvidar que lo que siembres hoy será lo que cosecharás mañana. No olvidemos que la vida es un “boomerang”. Nos leemos la próxima semana...