La escritura china es única en hacerse cada vez más compleja

Los principales sistemas de escritura del mundo han tendido a simplificarse con el tiempo, con la excepción del chino, que se ha hecho más complejo a lo largo de sus 3.000 años de historia.

El hallazgo, realizado por un equipo internacional de académicos con sede en la Universidad de Melbourne, la Universidad de New England y la Universidad Politécnica Mohammed VI de Marruecos, desafía una visión opuesta de siglos de antigüedad de que los signos chinos se han simplificado con el tiempo.

"Todos hemos visto esos gráficos históricos que muestran que los caracteres chinos van desde imágenes de cosas hasta conjuntos de trazos muy básicos", dice en un comunicado el autor principal, Simon J. Han, quien comenzó a trabajar en el problema por primera vez cuando era estudiante en la Universidad de Melbourne. "La realidad es mucho más interesante".

Utilizando métodos computacionales sofisticados, el equipo midió la complejidad visual de más de 750.000 caracteres chinos en cinco fases históricas, desde el 1600 a.C. hasta la actualidad. Lo que encontraron es que la tendencia general es que los signos se vuelvan cada vez más complejos con el tiempo.

"Incluso cuando el gobierno chino impuso una versión más simple en 1956, no alteró la historia general de complejidad creciente", dice Piers Kelly, antropólogo lingüístico de la Universidad de Nueva Inglaterra que estudia la evolución de la escritura.

El efecto exactamente opuesto se encuentra en muchos otros sistemas de escritura del mundo. Los primeros inventores de sistemas de escritura a menudo se inspiraron en imágenes detalladas de cosas reales, pero las generaciones posteriores comenzaron a abreviar sus formas de letras a formas más simples. En aras de la eficiencia, los signos escritos tienden a volverse más simples y sistemáticos con el tiempo.

"Al igual que otros sistemas de escritura del mundo, parece que hay una especie de compensación entre la necesidad de simplicidad y la necesidad de distinguir entre cada signo", coincide Charles Kemp, especialista en modelado computacional de la Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Melbourne.

"Pero creemos que la escritura china podría ser un caso especial. A diferencia de la mayoría de los otros sistemas de escritura, la cantidad de caracteres chinos ha aumentado drásticamente a lo largo de los milenios. Entonces, para distinguir cada signo, tal vez fue necesario agregar más detalles contrastantes".

Los resultados, publicados en Open Mind, arrojan nueva luz sobre la historia de la escritura china. Pero también proporcionan información importante sobre la dinámica de la comunicación humana. Para trabajar de la manera más eficiente, nuestros sistemas simbólicos requieren un cuidadoso equilibrio entre la simplicidad y la complejidad, exponen los autores.