Periodista estadounidense preso en Birmania acusado de sedición y terrorismo

Danny Fenster

Danny Fenster

El periodista estadounidense Danny Fenster, detenido meses atrás por la junta militar de Birmania, fue acusado de terrorismo y sedición y podría enfrentar prisión de por vida, dijo su abogado el miércoles a AFP.

Estados Unidos pidió que se lo liberara "inmediatamente". "Su mantenimiento en detención es inaceptable. El periodismo no es un crimen", declaró un portavoz de la diplomacia estadounidense.

Danny Fenster, quien fue arrestado al intentar salir del país asiático en mayo, fue acusado de "dos cargos bajo la sección 50(a) de la Ley Antiterrorista y 124(a) del Código Penal", indicó su abogado, Than Zaw Aung.

La ley antiterrorista birmana prevé una condena máxima de prisión de por vida.

El juicio está programado para comenzar el 16 de noviembre.

Fenster, de 37 años, ya enfrenta un juicio por supuestamente alentar la disidencia contra los militares, asociación ilícita y romper la ley migratoria, y permanece recluido en la prisión Insein de Rangún.

"Se ha puesto muy delgado", dijo el abogado.

Agregó que Fenster se mostró "decepcionado" con las nuevas acusaciones, que fueron presentadas el martes.

Los nuevos cargos se presentaron poco después de que el exdiplomático estadounidense Bill Richardson, un negociador de rehenes, se reuniera con el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, en la capital Naipyidó, lo que le brindó algo de publicidad a la aislada junta.

Richardson, un exembajador de Estados Unidos ante la ONU, dijo tener esperanza de haber alcanzado un acuerdo para reanudar las visitas de la Cruz Roja a las prisiones birmanas, que están llenas de presos políticos.

Richardson dijo que el Departamento de Estado le pidió no plantear el caso de Fenster durante su visita, aunque no dio más detalles.

- Represión a la prensa -

"El caso de Danny se ha vuelto emblemático del menosprecio total que los militares birmanos tienen por los medios independientes", declaró Emerlynne Gil, directora regional adjunta encargada de investigación en Amnistía Internacional.

"Estas nuevas graves acusaciones no hacen más que señalar todavía más el intento chapucero de perseguir un periodista independiente que debería ser liberado inmediatamente y sin condiciones", añadió en su comunicado.

Familiares de Fenster dijeron en agosto que el periodista pudo haberse contagiado de covid-19 durante su detención.

Birmania vive inmersa en la turbulencia desde que los militares tomaron el poder el 1 de febrero, al derrocar el gobierno electo dirigido de facto por Aung San Suu Kyi.

Más de 1.200 personas han muerto en la represión de las fuerzas de seguridad contra los disidentes, según un grupo local de monitoreo.

La junta también ha endurecido el control sobre la prensa, limitando el flujo de información y el acceso a internet, al tiempo que revocó las licencias de algunos medios locales.

Varios periodistas críticos del gobierno militar figuraron entre los presos que la junta liberó en octubre, en una amnistía con motivo de un festival budista.

Más de 100 periodistas han sido detenidos desde el golpe, según el grupo de monitoreo Reporting ASEAN. Señaló que 31 de ellos siguen presos.

El golpe puso fin al breve experimento democrático, y la exgobernante civil Suu Kyi enfrenta ahora una ola de cargos judiciales en un tribunal de la junta que podría llevarla a pasar décadas en prisión.

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