Obama cuenta cómo la ofensiva contra Libia marcó su primer viaje a Latinoamérica

El expresidente de Estados Unidos Barack Obama cuenta, en el primer tomo de sus memorias publicado el martes, cómo su primer viaje oficial a Latinoamérica se vio en cierta medida eclipsado por la ofensiva internacional contra el régimen de Muamar Gadafi en Libia.

En su libro "Una tierra prometida", Obama recuerda que estaba en Brasilia cuando el 19 de marzo de 2011 autorizó una "acción militar limitada" en Libia.

"Bajo cualquier circunstancia, lanzar una acción militar durante una visita a otro país planteaba un problema", escribió Obama.

"El hecho de que Brasil en general trató de evitar tomar partido en las disputas internacionales -y se abstuvo en el Consejo de Seguridad sobre la intervención de Libia- solo empeoró las cosas", añadió.

Como miembro temporal del Consejo de Seguridad de la ONU, Brasil estuvo entre las cinco naciones que el 17 de marzo de 2011 se abstuvieron en la votación para autorizar el uso de "todos los medios necesarios" para proteger a los civiles libios.

Dos días después, la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió a Obama en el palacio presidencial de Planalto en la capital brasileña.

Obama contó que Rousseff estaba interesada "en mejorar las relaciones comerciales con Estados Unidos" y que la delegación estadounidense fue recibida "calurosamente".

"Durante varias horas, discutimos formas de profundizar la cooperación entre Estados Unidos y Brasil en materia de energía, comercio y cambio climático. Pero con la especulación mundial sobre cuándo y cómo comenzarían los ataques contra Libia, la tensión se volvió difícil de ignorar", dijo.

"Me disculpé con Rousseff por cualquier incomodidad que estuviera causando la situación. Se encogió de hombros, sus ojos oscuros fijos en mí con una mezcla de escepticismo y preocupación. 'Nos las arreglaremos', dijo en portugués. 'Espero que este sea el menor de sus problemas'", rememoró Obama.

- "El filo de la navaja" -

En Chile, segunda escala de la gira latinoamericana, los acontecimientos en Libia siguieron muy presentes.

Obama recordó su impotencia durante la cena en su honor ofrecida el 21 de marzo de 2011 por su homólogo chileno, Sebastián Piñera, a quien describió como "un sociable multimillonario de centroderecha que había sido elegido presidente apenas un año antes".

"Estaba sentado en la mesa principal, escuchando a Piñera hablar sobre el creciente mercado en China para el vino chileno, cuando sentí que me tocaban el hombro", relató Obama.

Tom Donilon, su asesor de seguridad nacional, le dijo entonces que un avión de combate estadounidense se había estrellado en Libia. Mientras, Piñera y su esposa seguían hablando "sobre sus hijos y cómo se conocieron y la mejor época para visitar la Patagonia".

Después de la cena Obama supo que los dos pilotos estaban bien. Pero lo que sintió entonces lo hizo reflexionar sobre la tensión inherente a su rol.

"Cuando alguien me pide que describa lo que se siente al ser presidente de Estados Unidos, a menudo pienso en ese intervalo de tiempo en el que pasé sentado impotente en la cena de Estado en Chile, contemplando el filo de la navaja entre el éxito percibido y la potencial catástrofe", escribió.

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