América Latina presenta 100 propuestas para el Pacto Global sobre Refugiados

Los países de América Latina y el Caribe consensuaron ayer 100 propuestas para incorporar al Plan Global sobre Refugiados al término de una conferencia promovida por Acnur, que se propone llevar esa iniciativa a la Asamblea General de la ONU.

El documento "100 puntos de Brasilia" ha recopilado las "buenas prácticas" de la región en materia de refugio y fue firmado tras dos días de reuniones en las que participaron delegados de 36 países y organizaciones de la sociedad civil congregados en Brasilia.

"Se trata de un documento convincente", al que la "experiencia latinoamericana le da una mayor credibilidad", y que "refleja las diferentes realidades y contextos" de la región, declaró el italiano Filippo Grandi, titular del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Según Grandi, quien presidió las sesiones, una particularidad de América Latina y de sus "buenas prácticas" en relación al refugio, el asilo y el tratamiento a los apátridas es que "se coincide en darle prioridad a la inclusión", que es "lo que precisan" quienes se ven desplazados de sus países por conflictos o desastres naturales.

Los "100 puntos de Brasilia" han sido volcados en cuatro capítulos que tratan sobre asilo de calidad, soluciones duraderas con énfasis en la integración local, la gestión de las necesidades específicas de protección y la condición de apátrida.

En el primer punto, se recomienda la adopción progresiva a las normativas internas de los acuerdos internacionales sobre protección a los refugiados y la constitución de redes locales de apoyo a las personas que llegan a un país en esa condición.

Igualmente, se propone adoptar lo que se define como "medidas de protección complementarias", que incluyen la concesión de visados humanitarios, extensivos a aquellas personas afectadas por desastres naturales.

El segundo apartado plantea la implementación de políticas públicas que incluyan programas de atención e inclusión social, que junto con iniciativas para la integración de los refugiados en los municipios en que se instalen, les permitan el acceso a servicios y al mercado de trabajo.

En ese capítulo se trata también sobre "otras vías legales de admisión", ajenas al estatuto del refugiado y que han sido adoptadas por varios países latinoamericanos para acoger a las decenas de miles de venezolanos que han abandonado su país en los últimos años.

Esas iniciativas apuntan justamente a facilitar la documentación, el acceso a los servicios públicos de sanidad y educación, y también a fomentar la incorporación de los refugiados al mercado de trabajo.

El tercer apartado se refiere a las necesidades "específicas" y recomienda incorporar a las legislaciones nacionales normas para el reconocimiento como refugiados de personas perseguidas por asuntos de género o por su condición sexual.

Asimismo, se propone la creación de mecanismos especiales para la atención de los niños y adolescentes que lleguen al país receptor junto a sus familias, pero aún más cuando lo hacen sin compañía.

Del mismo modo, se sugieren normas para evitar que colectivos de homosexuales sufran algún tipo de discriminación y asegurar que sean objeto, si así fuera necesario, de las medidas necesarias para que reciban un tratamiento digno y acorde con los derechos humanos.

En relación a la apatridia, el documento también hace referencia especial a los niños y recomienda la adopción de medidas que puedan garantizar "la adquisición de una nacionalidad", aún "frente a las situaciones de vacíos legislativos".

Los "100 puntos de Brasilia", según explicó el titular de Acnur, serán anexados a las propuestas de otras regiones del mundo para la elaboración del Pacto Global, que el organismo presentará este mismo año a la Asamblea General de las Naciones Unidas.